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ТПП исп лекции и материалы / Учебник тпп исп 4 curso 2 lengua.docx
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Características generales del lenguaje humanístico

■ Estilo muy personal, en muchos casos semejante al estilo literario.

■ Puede llegar a ser bastante subjetivo.

■ Desarrollo libre, aunque suele ser claro, exacto y ordenado.

Características morfosintácticas de los textos humanísticos

■ Predominio del estilo nominal sobre el verbal (explicaciones, especificaciones, sintagmas preposicionales, aposiciones, proposiciones adjetivas...).

■ Adjetivos calificativos valorativos y descriptivos: según el grado de subjetividad del texto (valorativos —> subjetivos; descriptivos —> objetivos).

■ Predominio del indicativo sobre el subjuntivo.

■ Predominio del presente de indicativo con valor atemporal para denotar la afirmación de una verdad permanente y objetiva.

■ Verbos en tercera persona (refuerzan el carácter objetivo).

■ Formas impersonales (refuerzan el carácter objetivo).

■ Uso de la primera persona del plural —plural de cortesía— (evita presunciones e implica al lector).

■ Sintáxis compleja: tendencia a frases largas y complejas, llenas de enumeraciones, subordinaciones, aclaraciones, etc.

Características léxico-semánticas de los textos humanísticos

■ Sustantivos abstractos.

■ Abstracción mediante la construction lo + adjetivo: lo bello, lo esencial...

■ Conectores que ayuden a la cohesión textual:

- causa: así que. así pues, puesto que, pues, porque, la razón del hecho, esto tiene una explicación.

- consecuencia: por tanto, por consiguiente, por eso, por lo cual, de ahí, de forma que, con que, total que.

- ejemplificación: por ejemplo, pongo por caso, así sucede en, es decir, pongamos un ejemplo, como.

- explicación: en efecto, si bien, es decir.

- finalidad: para que, a fin de que, con vistas a.

- ilación: así pues, por tanto, por consiguiente.

- oposición: pero, sino, sin embargo.

- relación temática: en cuanto a, con respecto a, en relación a, por lo que se refiere a, a proposito de.

- relación de transición: por otro lado, en otro orden de cosas, pasando a otro asunto, además, siguiendo.

- formas de conclusión: en consecuencia, a fin de cuentas, en última instancia, resumiendo.

- cierre de discurso: en definitiva, por fin, en suma, en fin, en resumen, finalmente, terminando, en breve.

■ Tecnicismos pertenecientes a la disciplina de que trate el texto.

■ Uso de palabras con significado unívoco (son precisas y evitan connotaciones o ambigüedades en el significado).

El ensayo

El ensayo es un escrito en prosa, de extensión variable —aunque generalmente breve—, en el que el autor ofrece una visión subjetiva y personal sobre cualquier tema. Ensayo es un género situado entre dos estilos – científico y literario.

Con el término ensayo nos referimos a una exposición de teorías, ideas o consideraciones personales, acerca de temas que pueden ser muy variados: políticos, sociales, científicos, económicos, artísticos, literarios, etc. Aunque no puede decirse que sea un género literario en el sentido clásico, sí cabe afirmar que es la forma moderna de escrito más cultivada y de mayor influencia social.

El origen del ensayo se remonta al francés Montaigne, en el siglo XV. Sus Essais (Ensayos) reúnen sus meditaciones de cada día sobre temas muy diversos, como en un gigantesco diario. En la Lección XVII hemos hablado de nuestros primeros ensayistas, en el moderno sentido, que se sitúan en el siglo XVIII. Pero el ensayo alcanza en nuestra patria su momento culminante a lo largo del siglo pasado y del presente: Larra, Ganivet, Unamuno, Ortega y Gasset, Julián Marías, Laín Entralgo, etc. son algunos de los grandes ensayistas españoles.

El ensayo se diferencia del tratado científico y tiene características propias. No suele dirigirse a un sector especializado de público, como ocurre con las distintas ciencias, sino que quiere llegar al mayor número poible de lectores u oyentes. Claro es que no todos los temas y estilos pueden interesar a todos por igual.

El lenguaje debe ser cuidado —como en todos los escritos—, pero más atractivo y sugestivo que el escuetamente científico, sin desdeñar los adornos y recursos literarios. Hay quien piensa que los ensayos son un camino fácil de abordar un tema cuando falta el ímpetu para profundizar. Esto es falso, no hay que identificar el ensayo con el tratado carente de rigor; hay ensayos de construcción sólida y rigurosa. No hay que olvidar, sin embargo, que existen temas que escapan a la sistematización rigurosa de las ciencias; son temas inagotables, sobre los que cabe reflexionar una y otra vez, desde puntos de vista diferentes, sin que se pueda afirmar que se ha alcanzado su total conocimiento. Todas las cuestiones que atañen a la personalidad humana son de este tipo.