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ТПП исп лекции и материалы / 3. Traduccin de las palabras realias y nombres propios.doc
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01.07.2020
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La transcripción de los nombres propios: las reglas vigentes y la tradición; variantes onomasiológicas

Hasta el momento existen divergencias en la transcripción de los antropónimos y topónimos, lo cual provoca errores de comprensión y la aparición de dos o más variantes de un nombre extranjero. Esta variabilidad en la onomasiología constituye un fenómeno negativo que complica, enreda la comunicación. Si tomamos, por ejemplo, sólo las ediciones ucranianas de literatura artística, socio-política o geográfica en español y comparamos los topónimos transliterados de diferentes lenguas, en nuestro caso ucraniana y rusa, no es dificil descubrir distintas variantes sin justificación alguna.

De varias formas diferentes, por ejemplo, se escriben: Opeл — Orel, Oryol, Oriol; Іртиш — Irtish, Irtix, Irtich; Хабаровськ— Jabarovsk, Khabarovsk; Пекін — Pekín, Pequín, Peking; Харбін— Jarbín, Har­bín, Kharbín; Пхеньян — Pieng Jang, etc. Variantes toponímicas de otro tipo pueden aparecer como resultado del cambio de nombre de los poblados, calles y plazas. Por ejemplo, en unos mapas españoles se escribe como Plovdiv y en otros Filipolis; Чудське osepo — Chudskoye o Peipus; ТайваньTaiwan (Taiudn) o Formosa; Джакарта Jakarta (Diakarta) o Batavia. Por eso el traductor debe conocer las peripecias de algunos topónimos y que, por ejemplo, Jakarta se debe llamar Batavia sólo si en el texto que se traduce se describen sucesos de otra época.

La aparición de las variantes de denominación a veces está condicionada por las diferencias de las normas fonéticas de las diferentes zonas de una misma lengua que se encuentran distantes unas de otras. Esto se refiere, ante todo, a la lengua inglesa, cuya norma literaria posee sus características específicas en los EE.UU., Inglaterra y Australia y a la lengua española de España y de América Latina, la cual se caracteriza por sus particularidades zonales. Por ejemplo, la letra española ll se pronuncia: como sonante mediolingual lateral que teóricamente no tiene correspondencia directa en la lengua ucraniana y que se transcribe como ль. En Argentina y Uruguay es, norma ortoépica la pronunciación de ll como sonido sonoro palatal silbante, fricativo, parecido al sonido ucraniano ж. Debido a esto, algunos traductores con el objetivo de reproducir exactamente la imagen del nombre propio, transliteran el sonido ll de los antropónimos y topónimos argentinos y uruguayos por medio del grafema cirílico ж. Así aparecen las variantes: Коронилья – Коронижа; Белья-Уніон – Бежа-Уніон; etc. Por último, es necesario hacer referencia a las variantes homonímicas diacrónicas, las cuales están ligadas unas a las otras por determinada secuencia cronológica. Tales variantes aparecen debido a que las reglas de transcripción constituyen una categoría histórica, la cual varía debido a las variaciones de la estructura fonética de la lengua y a los éxitos que los fonetistas y fonólogos obtienen en su estudio.

Las transcripciones erróneas tradicionales de los nombres propios generalmente no son muy diferentes. Ellas por largo tiempo, por no decir que para siempre, dejan sus huellas propias en los topónimos traducidos y en los nombres propios conservados por la tradición en la LT. En la hispanística rusa aproximadamente hasta comienzos del siglo XX se pensaba erróneamente que a una letra española le corresponde una letra cirílica. Por eso en los nombres españoles con la h se transcribían todas las letras, a pesar de que la h hacia el siglo XIX, momento en que comienzan a realizarse las primeras traducciones directas al ruso de la literatura artística castellana, ya representaba un sonido mudo y se escribía sólo atendiendo a la tradición. Así aparecieron los topónimos Гондурас, Гавана etc, en lugar de las formas correctas Ондурас y Ла Авана. Estas formas se fijaron en la lengua y se convirtieron en norma lingüística, pasaron a formar parte del uso.

Las contradicciones entre la tradición y la norma moderna de transcripción conllevan a veces a casos muy curiosos. El nombre de la ciudad española Córdoba en su tiempo fue transcrito como Кордова y de esta forma se ha conservado en ucraniano. Pero resulta que en América Latina también existe una ciudad llamada Córdoba, a la cual se ha hecho mención en la literatura traducida muy recientemente y por eso su nombre ha sido transcrito como Kópдобa, según las nuevas reglas. De esta forma una misma unidad lingüística produjo en la transcripción ucraniana dos topónimos distintos.

Cuando nos referimos a la escritura ucraniana de los nombres propios de los reyes españoles, ingleses y franceses nos encontramos de nuevo con la transcripción tradicional. Por ejemplo, así tenemos las formas Фердинанд y Филип que son nombres de los reyes españoles. Sin embargo, los mismos nombres españoles, pero llevados por «mortales» sencillos se transcriben al ucraniano como Фернандо y Фелiпе, a pesar de que en español cada pareja le corresponde un sólo nombre: Fernando y Felipe respectivamente.

La traducción semántica de algunos nombres geográficos, el poner al descubierto su forma interna, contradice a las tendencias y normas de traducción de los topónimos existentes en estos momentos. Sin embargo, en la práctica de traducción de siglos anteriores podemos encontrar no pocos ejemplos de traducciones semánticas de los nombres geográficos, algunos de los cuales han quedado en la lengua. Así, por ejemplo, Place de la Concorde, Champ de Mars, Avenue des Champs Elysees se traducen al ucraniano, según la tradición, como Площа Згоди, Марсове поле, Єлісейські поля respectivamente; Niederlande se traduce al español como Países Bajos. El cabo descubierto en 1486 por el portugués Bartolomé Díaz en el extremo septentrional de la costa occidental de África fue llamado por su descubridor Cabo das tormentas (мис бурь) Sin embargo, el rey Juan II le cambió al cabo el nombre por Cabo de Boa Esperança (мис Доброї Надії), el cual ha sido traducido, y no transcrito, a casi todas las lenguas del mundo. El nombre del archipiélago descrubierto por Magallanes en 1520 Tierra del Fuego (Вогняна Земля) también ha sido calcado a muchas lenguas del mundo. La cantidad de estos ejemplos puede ser aumentada considerablemente. Un ejemplo contemporáneo de este fenómeno es la traducción semántica del nombre geográfico Чорногорія — Montenegro.

En las traducciones recientes es posible encontrar la correspondencia semántica del nombre de una determinada calle o plaza extranjeras. Pero esto comúnmente tiene lugar al recrear las reliquias literarias de siglos pasados. Los traductores aprovechan cualquier posibilidad para conservar el colorido temporal de la época del original, sin hacerlo de propósito y no en detrimento de la norma literaria moderna. Para llevar a cabo tal estilización es válido no sólo recurrir a los arcaísmos léxico-estilísticos y sintácticos, sino también al antiguo procedimiento de traducción semántica — los topónimos.