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4.Muchas elecciones, malas decisiones

¿Qué tienen en común Nicolás Sarkozy, Mahmud Ahmadineyad y Vladímir Putin? Que próximamente afrontarán difíciles contiendas electorales. Lo mismo vale para Barack Obama y Hugo Chávez. Y muchos otros presidentes. Este año habrá elecciones presidenciales o cambios de jefe de Gobierno en países que, en su conjunto, representan más de la mitad de la economía mundial. Pero no es solo eso. Más relevante aún es que los muchos líderes que en los próximos meses deben buscar el voto popular tienen la responsabilidad de tomar decisiones que, para bien o para mal, influyen directamente sobre las múltiples, graves y simultaneas crisis que sacuden el planeta. Y con frecuencia, la política local está en tensión con las realidades globales.

En Grecia, país donde la crisis económica —y sus acreedores— están obligando a tomar decisiones que cambian la naturaleza misma del Estado y alteran las relaciones de poder, hay elecciones en abril. Como hemos visto, lo que sucede en Grecia afecta al resto de Europa y hasta a la economía mundial. En Irán se votará antes que en Grecia. En los importantes comicios parlamentarios del 2 de marzo, el presidente Ahmadineyad verá su poder drásticamente reducido. No se alegre: el líder supremo, el inefable ayatolá Ali Jamenei, es quien saldrá fortalecido. Comparado con él, Ahmadineyad es un preclaro y tolerante líder democrático. En todo caso, al mismo tiempo que han estado en activa campaña electoral, estos personajes son quienes están tomando decisiones sobre la economía de su país, severamente dañada por el embargo internacional, sobre su incondicional apoyo a Siria, y sobre cómo reaccionar —o anticipar— la posibilidad de que Israel, Estados Unidos o ambos bombardeen sus instalaciones nucleares. Todo esto ya le ha afectado a usted directamente: el precio del petróleo ha subido a niveles sin precedentes.

Dos días después de las elecciones en Irán, Rusia irá a las urnas para escoger a su próximo presidente. Gracias al sistema de "democracia controlada" que ha impuesto en su país, Vladímir Putin tiene la elección asegurada. Pero su triunfalismo se ha visto opacado por las más multitudinarias protestas contra el gobierno que se han registrado en Rusia desde hace tiempo. Y, al igual que su colega iraní, el líder ruso se ha visto obligado a combinar cálculos electorales con decisiones internacionales. Putin necesita promover su aura de invencibilidad e impedir que las protestas contra él sigan escalando, a la vez que toma delicadas decisiones sobre Siria, Irán, Afganistán y otras emergencias globales.

Y lo mismo sucede con Nicolas Sarkozy, quien el 22 de abril debe enfrentar el fuerte reto electoral que le plantea el candidato socialista, François Hollande. Y con Barack Obama, quien de ahora hasta las elecciones de noviembre debe combinar el manejo de graves crisis internacionales con la defensa de su gestión ante los ataques de su rival republicano, que casi seguramente será Mitt Romney. En China, el presidente Hu Jintao pasa sus últimos meses en el poder antes de entregarle el mando a Xi Ping. Si bien esta transición ocurre de manera ordenada y sin mayores conflictos, el cambio del más alto nivel de gobierno en un país de cuya salud económica y política depende la estabilidad mundial añade aún más complejidad a un año ya muy complejo.

Pero los cambios no solo se van a dar en las superpotencias. También habrá elecciones presidenciales en Egipto (mayo o junio), México (1 de julio) y Venezuela (7 de octubre). Los resultados tendrán consecuencias no solo dentro de esos países. En el caso de Egipto, impactarán en Oriente Próximo y la evolución misma de la Primavera Árabe. En el de México, influirán en la expansión de las narcoguerras. Y en el de Venezuela, en la ascendencia de Hugo Chávez sobre sus vecinos más pobres.

En las democracias las elecciones son normales y, naturalmente, deseables. Pero no son gratis. Y no me refiero a lo que se gasta en las cada vez más costosas campañas electorales. Me refiero a que la calidad de las decisiones que toman los gobiernos sufre. Los cálculos electorales hacen que los dirigentes paralicen o pospongan decisiones necesarias o tomen decisiones indeseables. Durante los períodos electorales, el largo plazo importa menos. La prioridad es seducir a los votantes antes de la elección. Esto, que es siempre malo, en tiempos de crisis es aun peor.

Ya sabemos que uno de los factores que agrava las crisis económicas es que los mercados financieros se mueven a la velocidad de Internet, mientras que los gobiernos lo hacen a la velocidad de la democracia. A esta brecha en la velocidad de la toma de decisiones hay que añadir la pérdida de calidad que sufren las decisiones durante periodos electorales en todos los ámbitos, no solo en el económico. Este problema no se resuelve teniendo menos elecciones. Solo se alivia con más y mejor democracia.

La razon

Frustran un intento de asesinato contra Vladimir Putin

Los servicios secretos de Rusia y Ucrania frustraron los planes de perpetrar un atentado contra el primer ministro ruso, Vladímir Putin, tras las elecciones presidenciales, informó hoy el Canal Uno de la televisión rusa.

Los sospechosos de preparar el atentado contra el principal candidato en la presidencia rusa en los comicios del próximo domingo, Ilyá Pianzin y Adam Osmáev, fueron detenidos a principios de año en el puerto ucraniano de Odessa, según el canal.

Pianzin fue capturado en enero tras una explosión accidental que se produjo cuando junto con un cómplice, Ruslán Madáev, aprendían a preparar explosivos en una vivienda alquilada en la ciudad ucraniana.

Madáev murió y Pianzin fue capturado herido en el lugar de la explosión por agentes de seguridad ucranianos.

Durante el interrogatorio reveló el nombre del otro cómplice Osmáev, sobre quien pesaba una orden de búsqueda y captura internacional.

Una vez detenido Osmáev, ambos confesaron que iban a perpetrar el atentado contra Putin después de las elecciones presidenciales.

Con este objetivo llegaron a Ucrania desde Arabia Saudí tras recibir instrucciones de Doku Umárov, el jefe guerrillero y el terrorista más buscado de Rusia.

El grupo terrorista "Emirato caucasiano" liderado por Umárov está en la lista de organizaciones vinculadas con Al Qaeda que elaboró el Consejo de Seguridad de la ONU.

El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, se abstuvo de comentar la noticia difundida por el Canal Uno.

"No hemos informado de nada ni vamos a informar", dijeron a Efe en la oficina de prensa del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

«Hackers» atacan la red de vigilancia electoral de Putin en Rusia

Un ataque informático apuntó a la vasta red de cámaras conectadas a Internet encargada por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, para apaciguar las acusaciones de fraude a puertas de las elecciones presidenciales de marzo, dijo el pasado viernes un miembro del Gobierno.20 Febrero 12 - Rusia - Reuters/EP

Putin, que se enfrenta a las mayores protestas de sus 12 años en el poder tras unas polémicas elecciones parlamentarias en diciembre que la oposición considera manipuladas, ordenó la instalación de 182.000 cámaras conectadas a Internet en 91.000 estaciones electorales.

Mientras marinos y pastores de renos empezaban a votar en los rincones más desolados de Rusia, Putin inspeccionó una estación electoral en la ciudad siberiana de Novosibirsk, donde se conectaron las dos primeras cámaras a la página www.webvybory2012.ru.

Las cámaras transmitirán imágenes de las urnas y el recuento durante las elecciones, y los partidarios de Putin esperan que eso responda a las acusaciones de que las autoridades rellenan las urnas.

Pero el viceministro de Comunicaciones, Ilya Massuj, dijo a Reuters que el sistema, operado por la compañía de control estatal Rostelecom, ya ha sufrido ataques habituales de negación de servicio (conocidos como DDOS, por sus siglas en inglés) procedentes de Rusia.

"Lanzamos la página antes de tiempo para entender la naturaleza de las amenazas", dijo Massuj. Durante un ataque DDOS, la red es bombardeada por tantas peticiones que acaba por colapsar. Putin dijo que también el robo y el vandalismo son un problema.

"Lo más importante es que los aparatos no son robados. Ya ha habido esta clase de incidentes", dijo el primer ministro, que en las últimas semanas ha afrontado protestas masivas en las que se pedía su dimisión.

La demanda oficial de los líderes de las protestas, un grupo fragmentado de políticos, activistas, periodistas y blogueros, es que se repitan las elecciones parlamentarias consideradas fraudulentas. Rusia niega que la votación estuviera amañada.

Los resultados oficiales indican que el partido gobernante de Putin obtuvo el 49,3 por ciento de los votos. Activistas de la oposición han mostrado docenas de videos grabados por voluntarios como prueba de relleno de urnas.

En las imágenes se ven cajas de ordenados paquetes de votos para el partido de Putin y a miembros de la comisión electoral llenando ellos mismos los votos. El Gobierno tiene previsto gastar 13.000 millones de rublos (330 millones de euros) en el sistema de cámaras.

Críticos dicen que es improbable que las cámaras impidan a los funcionarios electorales reescribir listas de resultados o que se emitan directivas masivas al personal de organizaciones estatales para que vote por Putin.

Más de 36000 personas desafían el frío de Moscú para protestar contra Putin

Los partidarios del Kremlin responden con una multitudinaria concentración de 135.000 asistentes en el memorial de Poklonnaya4 Febrero 12 - Moscú - Ep

Unas 36.000 personas, según fuentes policiales, han salido este sábado a las calles de Moscú a pesar de la intensa ola de frío que sacude la capital rusa para protestar contra el primer ministro Vladimir Putin, al tiempo que una segunda manifestación a favor del Kremlin ha congregado a más de 135.000 asistentes, también según la Policía, citada por medios rusos.

La protesta contra Putin exige la imparcialidad de las elecciones presidenciales del próximo 4 de marzo a las que Putin acudirá en calidad de candidato para recuperar la Presidencia de manos de su compañero de filas Dimitri Medvedev, que le sucedió a su vez en el cargo. La manifestación se convocó bajo el lema "Ni un voto para Putin".

"Estamos preparados para una lucha larga y dura", declaró el organizador de la manifestación y líder de oposición Boris Nemtsov a la agencia Novosti la noche antes de la manifestación. "Una marcha pacífica no va a cambiar el país", declaró.

La manifestación incluyen una marcha por el centro de Moscú y una concentración en río Moscova delante del Kremlin que comenzó a la estación de Oktyabrskaya, cuando el termómetro marcaba -22.

La ecléctica protesta ha congregado a seguidores del partido liberal Yaboko, el también liberal pero no registrado Partido de la Libertad del Pueblo, banderas comunistas, anarquistas y nacionalistas, junto con globos blancos y crespones símbolo de la Liga de los Votantes. La protesta está dominada por gritos como "`Rusia será libre!", "`Nos importa!", y "Putin, vete ya".

El fundador de la Liga de los Votantes, Boris Akunin, declaró que la gente no solo está pidiendo elecciones libres, sino la democratización de la vida política y la división de poderes. "Es importante que haya venido la gente. Los líderes de la oposición estaban preocupados por la baja asistencia, lo que podría poner fin a la presión para las reformas", añadió.

Entre la manifestación se encuentran el candidato presidencial Mijail Projorov y el ex ministro de Finanzas --y durante largo tiempo amigo de Putin--, Alexei Kudrin. Ninguno de ellos planea hablar en la manifestación.

También se ha celebrado otra masiva protesta favorable al Kremlin, cifrada en varios miles de personas cuyos asistentes denuncian los intentos de la oposición para instigar una "Revolución de color" en Rusia, similares a las que tuvieron lugar en Ucrania y Georgia (la llamada "Revolución Naranja", en este último caso) a principios de la década pasada.

Los organizadores de la manifestación pro Kremlin criticaron duramente a Occidente por su presunta injerencia en los asuntos internos del país. "Decimos 'No' a la destrucción de Rusia, 'No' a la arrogacia naranjista. Saquemos fuera la basura naranja. Decimos 'No' al Gobierno estadounidense", declaró el analista Sergei Kurginyan en la manifestación organizada en el memorial moscovita de Poklonnaya.

ABC

Los siete intentos de asesinar a Putin

El primer ministro y candidato presidencial ruso, Vladimir Putin, ha sido objeto de siete intentos de asesinato en los últimos doce años, según informó este lunes la agencia rusa de noticias RIA Novosti en relación con el atentado supuestamente desbaratado por las autoridades ucranianas y que iba a ser llevado a cabo por un grupo islámico del Cáucaso Norte después de las elecciones del próximo 4 de marzo.

En febrero de 2000, poco después de la llegada de Putin a la Presidencia de Rusia (que ocupó entre 2000 y 2008), la prensa informó de que las milicias armadas chechenas habían planeado un atentado contra el mandatario en San Petersburgo, durante su asistencia al funeral de un antiguo alcalde de esta ciudad.

En agosto de ese mismo año, los servicios de seguridad ucranianos detuvieron a varias personas originarias de Chechenia y de Oriente Próximo que supuestamente tramaban un atentado contra Putin con motivo de su próxima participación en una cumbre en Yalta.

En octubre de 2001, los servicios secretos de Azerbaiyán aseguraron que habían abortado un atentado contra Vladimir Putin durante su visita oficial a Bakú. El ciudadano iraquí que supuestamente iba a perpetrarlo fue detenido y condenado a diez años de cárcel.

Justo dos años más tarde, dos rusos se desplazaron de Moscú a Londres para reunirse con el antiguo agente de seguridad Alexandr Litvinenko y debatir con él un plan de eliminación física de Putin con la ayuda de chechenos, según los datos de Scotland Yard citados por el diario británico 'The Sunday Times'. Litvinenko, aconsejado por el magnate Boris Berezovski, denunció el caso ante la Policía, que detuvo a los sospechosos, dos antiguos agentes de la KGB.

En junio de 2007, los servicios secretos de Turquía detuvieron a cinco personas presuntamente vinculadas con Al Qaida que, según la prensa turca, planeaban matar a Putin durante su asistencia a la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Económica en el mar Negro, en Estambul.

En octubre de ese mismo año, algunos medios de comunicación denunciaron, citando fuentes de los servicios secretos, los preparativos de un atentado contra Putin durante su visita a Teherán, los días 15 y 16 de octubre.

En enero de 2008, la prensa rusa informó de la detención de un empleado del sector de telecomunicaciones que presuntamente había hecho circular los rumores sobre el atentado de Teherán.

La agencia de Contrainteligencia ucraniana, SBU, ha confirmado este lunes que los servicios de seguridad de Kiev habían desbaratado el pasado mes de enero un supuesto plan para asesinar a Putin. Según la televisión proubernamental Canal Uno, los agentes ucranianos detuvieron a principios de este año a dos miembros de un grupo islamista del Cáucaso Norte (sur de Rusia) que tenían previsto trasladarse a Moscú para asesinar a Putin.

Rusia frustró un intento de atentado contra Putin tras las elecciones

Según ha informado la televisión rusa

Los servicios secretos de Rusia y Ucrania frustraron los planes de perpetrar un atentado contra Vladímir Putin, tras las elecciones presidenciales, informó hoy el Canal Uno de la televisión rusa.

Los sospechosos de preparar el atentado contra el principal candidato en la presidencia rusa en los comicios del próximo domingo, Ilyá Pianzin y Adam Osmáev, fueron detenidos a principios de año en el puerto ucraniano de Odessa, según el canal.

Pianzin fue capturado en enero tras una explosión accidental que se produjo cuando junto con un cómplice, Ruslán Madáev, aprendían a preparar explosivos en una vivienda alquilada en la ciudad ucraniana. Madáev murió y Pianzin fue capturado herido en el lugar de la explosión por agentes de seguridad ucranianos. Durante el interrogatorio reveló el nombre del otro cómplice Osmáev, sobre quien pesaba una orden de búsqueda y captura internacional.

Una vez detenido Osmáev, ambos confesaron que iban a perpetrar el atentado contra Putin después de las elecciones presidenciales. Con este objetivo llegaron a Ucrania desde Arabia Saudí tras recibir instrucciones de Doku Umárov, el jefe guerrillero y el terrorista más buscado de Rusia. El grupo terrorista "Emirato caucasiano" liderado por Umárov está en la lista de organizaciones vinculadas con Al Qaeda que elaboró el Consejo de Seguridad de la ONU.

El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, se abstuvo de comentar la noticia difundida por el Canal Uno. "No hemos informado de nada ni vamos a informar", dijeron a Efe en la oficina de prensa del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

Decenas de miles de personas toman las calles de Moscú en apoyo a Putin

La marcha acabó en el estadio Luzhniki, donde otras 130.000 personas se dan cita para escuchar al primer ministro ruso, que ha superado todas las espectativas

Con motivo del «Día del Defensor de la Patria» el primer ministro, Vladímir Putin, logró reunir a más de 100.000 personas en Moscú, ciudad en donde su partido quedó en las Legislativas de diciembre en tercer lugar, por detrás de los comunistas y de los liberales de Yábloko. Él mismo acudió al evento, celebrado en el estadio olímpico de Luzhnikí, escenario de los recientes partidos Lokomotiv-Athletic de Bilbao y CSKA-Real Madrid. Nunca antes Putin en toda su carrera política se había dado un baño de multitudes semejante.

Y eso que siempre miró con desdén a los «charlatanes» que malgastan el tiempo «organizando manifestaciones y mítines en lugar de actuar y demostrar hechos». La iniciativa movilizadora partió de la oposición, sobre todo durante el mes de diciembre, debido al pucherazo habido en las elecciones parlamentarias. Pero, ya el pasado 4 de febrero, a la calle salieron, no sólo los detractores del régimen, sino también sus partidarios. Según el Ministerio del Interior, al mitin organizado entonces en la Poklónnaya Gorá acudieron 138.000 partidarios de Putin, aunque él mismo no estuvo presente.

«No permitiremos que nadie interfiera en nuestros asuntos y que nos impongan su voluntad»

Su ausencia disparó la críticas y se le llegó a acusar de «falta de respeto» a su electorado. El comunista Guennadi Ziugánov acude a todas las convocatorias de su partido igual que el ultranacionalista Vladímir Yirinovski. Así que, aunque oficialmente no se dijo nada, todo el mundo esperaba este mediodía a Putin en Luzhnikí. Apareció en el momento culminante de la concentración, después de que tomaran la palabra diversos oradores, entre ellos el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin.

«No permitiremos que nadie interfiera en nuestros asuntos y que nos impongan su voluntad», gritó el dirigente ruso en evidente alusión a la supuesta ayuda que, según él suele proclamar, Occidente presta a la oposición rusa. Suena al mismo argumento que el Kremlin esgrime para rechazar cualquier injerencia desde el exterior en los asuntos internos de Siria.

Putin articuló su discurso en clave patriótica, señalando que él y los suyos son los únicos capaces de «defender la patria» a diferencia de la oposición, a la que tantas veces han acusado de estar vendida a Estados Unidos. «Somos un pueblo vencedor, lo llevamos en los genes y (…) está vez también venceremos», dijo Putin sugiriendo que su posible victoria en las presidenciales del 4 de marzo supondrán también un triunfo para el conjunto del país.

Putin terminó su alocución recitando unos versos del poeta ruso Mijaíl Lérmontov

Admitió, no obstante, que en Rusia hay injusticia, pobreza, desigualdad y «funcionarios descarados», pero prometió que, unidos todos, «venceremos apoyándonos en el talento de nuestras gentes, en nuestra gran historia escrita con el sudor y la sangre de nuestros antepasados». Putin terminó su alocución recitando unos versos del poeta ruso Mijaíl Lérmontov extraídos de su poema «Borodinó, en donde se produjo en 1812 la gran batalla entre las tropas rusas y las de Napoleón.

Los asistentes, la mayor parte traídos en autobús desde las afueras de Moscú con bocadillo incluido, además de los obligados por trabajar en organismos oficiales, evitaron esta vez repetir en exceso el nombre de Putin. Se les aconsejó gritar mejor la palabra Rusia. El estadio, que tiene casi 80.000 asientos, estaba lleno, pero, según la Policía, en el exterior había otras 50.000 que habían avanzado en manifestación por la orilla del río Moskova. En total, sin son ciertas las cifras oficiales, acudieron unas 130.000 personas.

En la capital rusa se celebraron también hoy otros dos mítines, uno frente al teatro Bolshói organizado por los comunistas, al que asistieron unas 2.500 personas, y otro en la Plaza Pushkin de los ultranacionalistas con cerca de 3.500 participantes. La oposición anti-Putin pretende concentrarse el próximo domingo en Moscú, pero aún no se ha llegado a un acuerdo con las autoridades sobre el lugar y la hora. Sí se ha autorizado, sin embargo, una manifestación en San Petersburgo para el sábado.

Cadena humana contra Putin a una semana de las elecciones

Los sondeos registran un ascenso espectacular en la intención de voto hacia el primer ministro ruso

Los detractores del primer ministro ruso, Vladímir Putin, volvieron hoy a sacar sus partidarios a la calle para exigir que las elecciones presidenciales del domingo que viene sean limpias. El escenario de la protesta vuelve a ser Moscú, pero esta vez no ha tenido lugar una marcha ni una concentración como las precedentes sino una “cadena humana” formada por más de 30.000 personas (11.000 según la Policía).

Los asistentes acordonaron la parte interior de la avenida anular Sadóvoye Koltsó (Anillo de los Jardines) a lo largo de sus casi 16 kilómetros. La idea inicial era haberse cogido todos de la mano, pero ello hubiera obligado a bloquear las calles perpendiculares al anillo, para lo que el Ayuntamiento moscovita no dio su consentimiento. Paralelamente, una gran cantidad de automovilistas que circulaban por el Sadóvoye Koltsó accionaban las bocinas de sus vehículos. Llevaban globos de color blanco al igual que los manifestantes de a pie.

Estuvieron presentes prácticamente todos los líderes opositores: Borís Nemtsov, Alexéi Navalni, Gari Kaspárov, Vladímir Rizhkov, Serguéi Udaltsov y el escritor Borís Akunin. Mientras, en otras partes de Moscú se manifestaban unos cuantos partidarios de Putin y en San Petersburgo los simpatizantes del partido liberal Yábloko.

La próxima cita, según Nemtsov, será el próximo día 5 de marzo, un día después de las elecciones. Nemtsov da por hecho que habrá un porcentaje importante de fraude en los comicios y habrá que salir otra vez a la calle para denunciarlo. De momento, el acto del día 5 en Moscú no está todavía autorizado, ya que el lugar de concentración que se había solicitado, la plaza Lubianka, ha sido A mediados de enero Levada no daba a Putin más de un 42%

rechazado por el Ayuntamiento.A mediados de enero Levada no daba a Putin más de un 42%

Desde lo canales de televisión controlados por el Gobierno, que son la mayoría, se trata de dar la impresión de que la victoria de Putin en la primera vuelta, lo que exige obtener el 50% más uno de los sufragios, es inevitable. El centro sociológico Levada, el más importante del país, dio a conocer el viernes un sondeo, según el cual el jefe del Ejecutivo ruso obtendría entre el 63 y el 66 por ciento de los votos. En segundo lugar quedaría el comunista Guennadi Ziugánov con un 15% aproximadamente.

Se da la circunstancia de que a mediados de enero Levada no daba a Putin más de un 42%. Hubo incluso encuestas que aseguraban que el dirigente ruso no obtendría ni siquiera el 40%. Tan brusco cambio en la tendencia, a juicio del politólogo Andréi Piontkovski, solamente se puede explicar recurriendo “a la existencia de un mandato claro desde arriba a la falsificación” de los resultados de los comicios. El entorno de Putin, sin embargo, insiste en que él es “el primer interesado en que las elecciones sean limpias y legítimas”.

La concentración más numerosa de las últimas semanas la consiguió reunir el primer ministro ruso el pasado día 23 en las instalaciones deportivas de “Luzhnikí”. Acudieron, según la Policía, unas 130.000 personas, de las que 50.000 se quedaron sin poder acceder al estadio.

Una encuesta da la victoria a Putin en la primera vuelta de las elecciones rusas

El primer ministro y candidato presidencial obtendría entre el 63 y el 66% de los votos, casi tantos como en 2004

El primer ministro y candidato presidencial ruso Vladímir Putin podría obtener dos tercios de los votos y, por tanto, ganar en la primera vuelta de las elecciones del próximo 4 de marzo, según revela un nuevo sondeo hecho público este viernes.

La encuesta del Centro Levada, la principal empresa de sondeos del país, otorga a Putin (quien ya presidió el país entre 2000 y 2008) entre el 63 y el 66% de los votos.

En las elecciones de 2000, Putin consiguió el 53% de los votos y en las de 2004 el 71%. Su protegido y actual presidente en ejercicio, Dimitri Medvédev, ganó las elecciones de 2008 -en las que Putin no pudo presentarse por mandato constitucional- con el 70%.

Putin se dio ayer el primer baño de masas de toda la campaña electoral ante más de cien mil personas. El primer ministro, que aún no había participado en ningún acto multitudinario, apeló al patriotismo más básico a la hora de pedir el voto en los comicios del próximo 4 de marzo.

El candidato se ha limitado durante la campaña a desglosar su programa en varios artículos en la prensa y a reunirse por todo el país con representantes de los diferentes sectores de la economía nacional, desde mineros a profesores, campesinos y obreros.

El temor a otro pucherazo y las protestas marcan la campaña electoral rusa