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Лексикология Экзамен.docx
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22. Formación de las palabras: derivación conversiva, su definición y tipos.

[Литвиненко, с.60]

La conversión, o cambio de la categoría gramatical, es un procedimiento extremadamente frecuente, que afecta a las principales categorías gramaticales de las palabras (sustantivo, adjetivo, verbo y adverbio) y se llama sustantivación, adjetivación y adverbialización. Este tipo de formación de palabras se efectúa sin cambio morfológico: la forma de la palabra se conserva intacta. Como resultado, aparecen palabras homónimas.

1. La sustantivación, es decir el uso con valor sustantivo de palabras pertenecientes a otras partes de la oración, es muy productiva.

Formalmente la sustantivación se realiza mediante el uso del artículo definido o indefinido. Las formaciones sustantivadas, en su mayoría, son del género masculino. Se suelen distinguir la sustantiváción permanente- (absoluta) y ocasional (relativa). La sustantivación permanente se efectúa a nivel de la lengua y se registra en los diccionarios. La sustantivación ocasional se efectúa solo a nivel del habla. Prácticamente todas las categorías gramaticales, hasta oraciones enteras, pueden sufrir la sustantivación ocasional.

Se sustantivan adjetivos (1. de nacionalidad u origen, 2. característica de la persona, 3. desginan el color, 4. cualidades abstractas). Los adj-vos en grado comparativo no se sustantivan.

Se sustantivan adverbios, numerales (lo primero, los dos), pronombres (el esto, lo vuestro).

La sustantivación del infinitivo. El infinitivo que ha pasado por la sustantivación absoluta entra en la clase de los sustantivos, perdiendo sus cualidades verbales: el deber, el vivir: Para él en aquella ocasión vivir era un deber (Galdós).

Mediante la conversión ocasional pueden sustantivarse frases enteras, partes de una oración o construcción: hacerse+artículo+adjetivo o participio, por ejemplo: Al final no pude más y lo agarré otra vez, haciéndome el que camina con naturalidad, pero cada peso me costaba como en esos sueños en que uno tiene unos zapatos que pesan toneladas y apenas puede despegarse del suelo.

2. La adjetivación reside en usar con valor adjetival palabras que no son adjetivos. Se adjetivizan: sustantivos, participios, adverbios. Se adjetivizan los sustantivos que denotan: a) colores: labios rosa, traje café. La torre se ve, cerrada, lívida, muda y dura, en un errante limbo violeta, azulado, pajizo (Jiménez); b) lugar o establecimiento: casa cuna, café bar. Son los amos del sector centro (Lera); c) otros varios: palabras claves.

3. La adverbialización se efectúa mediante la sustitución transitoria de los adverbios en –mente con palabras de otras categorías. En función de adverbio se usan: a) adjetivos: Él respiró hondo (Fuentes); b) participios: Los anchos y tristes ojos del animal miran despavoridos (Azorín); c) sustantivos: Lo hemos pasado fenómeno. Me gusta horrores. Te espabilas relámpago (Ferlosio).

23. Cambios semánticos diacrónicos y la definición de sus tipos más principales

[Литвиненко, с.87]

En el caso del cambio semántico (la alteración del significado) las palabras adquieren un nuevo significado o modifican su significado original. Por ejemplo, pantalón en el s. XVII significa calzón que llega hasta la rodilla, hoy significa calzón que llega a los pies; el verbo recordar significaba “despertar o estar alerto”; ahora significa “traer a la memoria”

Los cambios semánticos se reducen a: ampliación, restricción, alza y baja del significado.

La ampliación o extensión del significado es el uso de una palabra de significado especial en un sentido más general. El sustantivo tío que se refería solo a una relación de parentesco ―“hermano de mi padre”― ha adquirido otros significados ―“compañero, camarada, amigo”. El adjetivo bárbaro, que se aplicó a quien chapurreaba un idioma, amplió su sentido al de extranjero y, más tarde, al de salvaje, cruel, no refinado, etc.

La restricción o especialización del significado original se produce cuando una palabra reduce su campo semántico. Otro caso de la restricción de significado es cuando una palabra del léxico usual pasa a usarse en un ámbito restringido. Es el caso de ordeñar que procede de ordiniare=organizar, y que en el ámbito de las granjas ha adquirido un significado exclusivo.

La baja, desvalorización o empeoramiento del significado es un proceso contrario: la palabra pierde sus connotaciones positivas y adquiere nuevas connotaciones negativas. Por ejemplo, el tío llegó a designar a “persona extraña o estrafalaria”. La palabra puta proviene del sustantivo latino putta “niña”. El adjetivo latino imbecillis “débil” se transformó en español en imbécil, pero para hablar suavemente de un retrasado mental se usa débil.

El alza, ennoblecimiento o mejoramiento del significado es un fenómeno menos común que ocurre cuando una palabra pierde las connotaciones negativas que anteriormente tenía. Así, el adjetivo lóbrego significaba engañoso y pecaminoso, ahora significa oscuro o tenebroso; inocente tuvo el significado de “libre de culpa”, actualmente se aplica a personas cándidas;