
- •Vocabulario temático
- •Vez la tabla que se dará a continuación:
- •Indígenas (íbero, vasco y celta) para imponer la centralización romana y su sonoro idioma. De la existencia de
- •Idioma. A pesar de todo, durante dos siglos, las lenguas y las culturas de cada reino se mantuvieron casi intactas,
- •Iba disminuyendo en las clases sociales altas, que ya no las transmitían a sus propios hijos.
- •Vascos y gallegos, mientras que los castellanohablantes no ven la necesidad de integrarse en estas comunidades
- •Idioma cooficial con el español a partir de 1980
- •Variada, con los paisajes fascinantes y está rodeada de ciudades históricas. Se recomienda descubrir la gran urbe
- •Viven en la Capital. Casi igualmente tantos visitantes acuden en masa todos los años aquí. La ciudad se extiende
- •Invitan cafeterías y tiendas de regalo. Entre otras cosas allí
- •Volvieran a seducirlo con 250.000 ducados. Después
- •Vivía con miedo y hambre. Mendigos e impostores andaban sueltos. No había ni rastro del hoy romántico casco
- •Igual que los vendedores ciegos de billetes de lotería, que se encuentran por todas partes en Madrid.
- •Ver el antiguo centro del poder de la potencia mundial española.
- •Versalles. La majestuosa escalera de
- •Incluso tres veces.
- •1910 Pudiera iniciarse la Gran Vía. A finales de los años 30 las obras alcanzaron
- •Investigación científica. Hoy pueden realizarse allí los
- •Impresiona la Estación de Atocha, construida en el año 1892.
- •2000 Años, y a la vez es muy moderna y dinámica. Es una ciudad turística y cultural, pero también hay mucho
- •Verde histórica acogedora cosmopolita
- •230 A. C. Con el nombre de Barkenon, Barcelino o Barci Nova en relación a su linaje. Esta etimología también es
- •Insuficiente por lo que las murallas se derrumbaron dando origen a un
- •Vivió y trabajó el arquitecto Antonio Gaudí cuenta con algunas de sus obras
- •84) Que soportan la gran plaza decorada con un largo banco
- •Introducir
- •Incómodos viajes (11) _ _ _ _ _ _ _ _ _ muy diversos. Los había a los que tan sólo les movía interés religioso;
- •Internacional de Cine en septiembre, un Festival de Jazz en julio y
- •Impresionante que cuenta con uno de los cascos
- •Valle del Guadalquivir, a las frondosas sierras de media montaña,
- •Islámicos conocido como la Reconquista.
- •1. Es cómo llamaron los romanos a la Península Ibérica: _ _ a _ I a
- •2. Y así, los judíos que se establecieron en época romana: _ e _ a _ a _
- •3. Y de esta forma, los nuevos conquistadores musulmanes: a_- a _ _ a _ u _
- •Ideológicas de las diferentes etnias y grupos religiosos se influyeron mutuamente mucho menos.
- •Vivieron durante ocho siglos en las tierras de la península Ibérica. Los árabes se
- •Innumerables columnas y arcos de mármol. Esta mezquita es el mayor
- •Varios cambios. Primero fue convertida en un templo católico y para eso fue
- •1 La Alhambra es un conjunto artístico único en el mundo, tanto en lo decorativo
- •Vivida y no sólo visitada porque, además de su rico patrimonio
- •Internacional, pero a su vez se muestra reticente al cambio, muy
- •Vida de una forma placentera y relajada, trasnochar y respetar la
- •Varios tipos de arquitectura: gótica (1433-1528), renacentista (1528-1593),
- •1248, Fue alojamiento del rey Fernando III de Castilla, tomándose
- •Iberoamericana del año 1929. Está situada dentro del parque de
- •Izquierda del río Guadalquivir, junto a la plaza de toros de la Real
- •Viernes por la noche, (ver) _________ los fuegos artificiales, que (durar) _________ 35 minutos, acompañados de
Volvieran a seducirlo con 250.000 ducados. Después
permitió el uso de la Plaza Mayor como brillante escenario
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para los acontecimientos que ofrecía la entonces iniciada edad dorada. Madrid contaba entonces con 100.000
habitantes. El pueblo sencillo vivía alrededor de la plaza: peluqueros, afiladores, artesanos y comerciantes.
Los habitantes del casco antiguo pertenecen todavía hoy a la clase más pobre. La más rica prefiere el barrio de
Salamanca, al este de la ciudad. En la época dorada les fue mucho peor a los habitantes de esta zona antigua. Se
Vivía con miedo y hambre. Mendigos e impostores andaban sueltos. No había ni rastro del hoy romántico casco
antiguo. Solo el monarca festejaba en la cercanía ruidosas fiestas, pero eran inalcanzables.
Los Habsburgo destacaban como promotores del arte. Felipe IV llevó a los grandes pintores y literatos a palacio.
Diego Velázquez, Francisco de Zurbarán, Lope de Vega y Calderón de la Barca. Ellos fueron los “dorados” de la
época. Las numerosas tiendas de oro y plata desde luego no lo eran. Éstas existen desde hace poco tiempo.
Igual que los vendedores ciegos de billetes de lotería, que se encuentran por todas partes en Madrid.
La hasta el siglo IX insignificante población no se llamaba originariamente Madrid, sino en árabe “Mayrit” –
“lugar de muchas aguas”. En la orilla este del río Manzanares construyeron los árabes en el año 860 su Alcázar.
Este festejo lo tomó el rey castellano Alfonso VI en el siglo XI para los cristianos. La ciudad creció, pero
permaneció insignificante. Cuando en 1561 Felipe II de Habsburgo convirtió el Alcázar en su residencia, Madrid
pasó a ser la capital del reino. Así se alzaron muchas iglesias y monasterios, cuyas torres se levantaban sobre la
ciudad.
Con los reyes Borbones, que a principios del siglo XVIII relevaron a los Habsburgo, se impuso el Absolutismo
francés. Carlos III puso de relieve, como ningún otro, la cara de Madrid. El así llamado primer y mejor alcalde de
la ciudad, ordenó la canalización y la iluminación de las calles. Las construcciones más destacadas se realizaron
bajo su reinado. Como por ejemplo, la iglesia de San Francisco del Prado y el Palacio Real. A principios del siglo
XIX, Napoleón expulsó a la familia real española. El odio hacia su mandato extranjero condujo a la Guerra de la
Independencia. El 2 de mayo de 1808, fecha en la cual los ocupantes mataron a muchos madrileños en la Plaza
Mayor y en el Parque del Retiro, fue el motivo preferido del espíritu de la resistencia. Una pintura de Goya lleva
el título “Dos De Mayo”, aunque realmente rendía homenaje al hermano de Napoleón.
La Iglesia de San Pedro el Viejo es una de las muchas construcciones religiosas en el sur del casco antiguo. La
iglesia más grande y representativa es San Francisco el Grande. Mientras que la provisional Catedral de San
Isidro, al contrario que las de Barcelona o Sevilla, no es importante. La otra iglesia del siglo XVIII de San
Francisco de frailes mendicantes está mucho más lujosamente decorada. José
Bonaparte quiso reformar el cimborrio en un panteón. Pero fue antes expulsado.
Antes se ataban carneros y ocas a un poste, se sacrificaban y se llevaban con una
cuerda a la plaza donde eran vendidos. Atrás quedaba un rastro de sangre. Así surgió
el nombre del mercadillo más conocido de Madrid. Tiene lugar cada domingo en este
barrio del casco antiguo. En este triángulo entre la Ronda de Toledo, la Calle de
Toledo y la Calle de Embajadores hay de todo. Muñecas, máscaras, espejos, pilas de
agua bendita, pistolas, clavos viejos, chaquetas nuevas, cosas que fueron robadas el
domingo anterior. En el Rastro se entiende. Los mercadillos son en todas las ciudades
parte de las atracciones turísticas. El Rastro madrileño parece primitivo a pesar de su
alud de gente. El Rastro es historia vivaz de la ciudad.
Colindante con el Rastro se encuentra la Plaza da Lavapiés. Ésta recuerda una en un
pueblo típico español. Sin esplendores y sin estatuas heroicas de bronce. Lavapiés es
más que sólo una plaza. Lavapiés constituye los barrios bajos de Madrid. Pequeñas tiendas y bares. Amas de
casa haciendo la compra. Por calles empinadas, desiguales, estrechas y poco vistosas van a casa. Hasta 1492,
tras el brutal destierro a manos del rey español, vivieron aquí judíos. Lavapuest significaba en hebreo “lugar de
los judíos” y así dio lo mejor al barrio su nombre. El gueto judío ya no existe. Pero Lavapiés ha permanecido por
deseos del pueblo.
En la plaza de la Corrala se interpretan en verano zarzuelas, así se
llamaban las piezas de canto que antes trataban problemas actuales
del barrio. Pero a quién le sigue interesando. La televisión emite
actualmente en cada bar series peyorativas y todo un mundo de
cosas. Existen infinidad de bares en Madrid. En todas partes está
puesta de tele y suena la musical melodía de las tragaperras. Ya desde
por la mañana se bebe aquí vino o cerveza. Acompañadas por tapas,
pequeños aperitivos de diferentes clases. Las tapas se pican sin pausa,
a pesar de las acostumbradas comidas. Una buena alimentación es el
punto alimenticio de los españoles. Así no sorprende que en Madrid
haya un museo del jamón. Allí pueden consumirse en el momento las piezas de exposición después de haberlas
admirado cuantiosamente. La música que los españoles llevan en la sangre acompaña el comer y el beber.
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Tradición de otro tipo: La guardia montada del rey. Se encuentra de camino al cambio de la guardia en el
Palacio Real, al oeste del casco antiguo. El rey Felipe IV de
Habsburgo, al que Madrid debe su afloro cultural del siglo de oro,
se erige como jinete orgulloso en la Plaza de Oriente entre el
teatro y el palacio del rey.
El Palacio Real, construcción cuadrada de cuatro alas de estilo
barroco tardío, transmite el poder absolutista del monarca
también mediante la arquitectura. Directamente junto al palacio
está la Catedral de Almudena. Ésta consagrada a los santos
protectores de la ciudad, pero apenas impresiona. Entre la iglesia
y el palacio se aglomeran a diario muchos visitantes que desean