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  1. A) ¿Verdad que es simpática esta historia? ¿Te imaginabas así a Papá Noel o de una manera distinta?

b) A ver si has leído el cuento atentamente. Contestaa las preguntas:

¿Cuándo pasó esta historia? ¿Quién le ayudaba a Papá Noel a repartir
regalos? ¿Por qué le resultó difícil a Papá Noel bajar por la chimenea
estrecha? ¿Cómo logró salir de la chimenea? ¿Dónde ponía Papá Noel
los regalos a los niños?

  1. Di si las frases siguientes corresponden al contenido del relato y corrígelas donde es necesario.

Aquella noche hacía templado y Papá Noel se abrigó con un
chaquetón, calcetines de lana, botas y guantes.
A la puerta el reno esperaba impaciente la orden de subir al trineo. Papá Noel llevaba demasiada ropa y bajó por la chimenea sin
problemas.Rodolfo le tiró la bolsa de regalos encima y Papá Noel logró salir
de la chimenea. Papá Noel puso los regalos bajo el abeto y volvió al tejado.

  1. Coordina las siguientes cualidades con las personas ycosas que aparecen en la lectura: calientes, gruesos, gordo, impaciente, horrible, demasiada, delgado.

  2. Lee la segunda parte del cuento y di por qué Papá Noel cambió su punto de vista.

La Navidad de Papá Noel

(Continuación)

Julio llegó muy pronto. Papá Noel estaba tan ocupado recogiendo regalos que no pudo ir de vacaciones.

— Bueno, dicen que un cambio es tan bueno como un descanso — le
comentó a Rodolfo. — Realmente, este verano me hacen mucha ilusión
las Navidades. Saca el carro porque no podremos ir en trineo.
Papá Noel se puso sus vaqueros, una camiseta y las sandalias. Se miró en el espejo.
"Me siento en plena forma",
pensó y salió a la calle...
La chimenea estrecha no era un
problema esta vez. Papá Noel
bajó fácilmente. Una vez dentro
de la casa cayó en la alfombra
de la sala.

Miró a su alrededor y pronto se
dio cuenta de que algo no andaba
bien. No había ningún trozo de
pastel esperándole, tampoco había
árbol de Navidad, ni guirnaldas,
ni regalos que compran las mamás
y los papás.

Poco a poco comprendió lo que
pasaba. La familia se había ido
de vacaciones y no le esperaban.

Pero lo peor de todo es que no había zapatos donde dejar los paquetes. Tenía que volver al tejado con sus regalos.

—¡No me esperaban! — dijo, saliendo de la chimenea — ¡Se fueron
de vacaciones! ¿Puedes creerlo? — comentó a Rodolfo.

Éste no le escuchaba luchando con moscas que le rodeaban.

—¡Estas moscas no las hay en invierno!

Lo mismo sucedió en todas las casas. O la familia se había ido de
vacaciones o, lo que es peor, los niños estaban despiertos por culpa
del calor. Más de una vez tuvo que volver a la chimenea por miedo a
ser visto. Una familia llamó a la policía porque oyeron ruidos extraños
en la chimenea.

—Un ladrón — dijeron por teléfono —. Y creemos que hay otro en el
tejado.

—Nunca más — dijo Papá Noel saltando en el carro. Mientras regresaba a casa a galope los regalos se caían del carro. — ¡Yo, un ladrón!
¡No faltaba más!

Para repartir todos los regalos tuvo que salir como de costumbre en la
Nochebuena. Se puso su camisa más gruesa, su jersey y su chaquetón. Se abrigó bien con su bufanda y guantes. Rodolfo sacó el trineo
y se pusieron en camino sin pronunciar una sola palabra.
Cuando llegaron al tejado de la chimenea estrecha, Papá Noel cerró
los ojos y voló abajo.

Diez guirnaldas de diferentes colores adornaban la sala. En el centro
estaba el abeto.

Una luz blanca entró por la ventana e iluminó la habitación llena de
felicitaciones navideñas. "Para Papá Noel" decía una nota en la mesa
junto a un trozo de pastel.
Papá Noel se sentía muy emocionado.

Los niños dormían en sus habitaciones. A los pies de cada cama había
un zapato con una tarjeta especialmente dirigida a él.

—¡Ah, qué hermosa es la Navidad! — dijo.
Subió al tejado.

—Lo siento, Rodolfo — le dijo al salir de la chimenea —. En futuro
pienso hacer los regalos en Nochebuena.

Rodolfo no parecía escucharle. Contemplaba las estrellas más allá de
los tejados cubiertos de nieve.

—Jo, jo, jo — dijo el reno para sí —. ¡Qué hermosa es la Navidad!