
- •Escritores modernos de España y América Latina
- •Vicente Riva Palacio
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta
- •Dolores Soler-Espiauba Más se perdió en Cuba
- •Cari sube la escalera y llama a la puerta de Rosana. Oye pasos en la habitación, una puerta que se cierra y una voz:
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Cuente lo que recuerda de:
- •Ordene estas frases según el texto:
- •Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Lunes, 15 de octubre
- •Viernes, 19 de octubre
- •Estoy agotada. Por la mañana hemos vuelto a casa del falso Urpiano. Ángela ya se había ido porque su coche no estaba. Hemos entrado por la cocina. En la planta baja no había nadie.
- •Viernes, 26 de octubre
- •Vocabulario
- •La mujer de mi hermano
- •Vocabulario
- •Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Juan José Millás
- •El desorden de tu nombre
- •Vocabulario
- •Responda a las siguientes preguntas:
- •Razone:
- •Julio Llamazares
- •Vocabulario
- •Cuente lo que recuerda de:
- •Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Razone:
- •Juan José Millás
- •Vocabulario:
- •Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Isabel Allende
- •Vocabulario
- •Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Isabel Allende
- •Vocabulario
- •Diga si son verdaderas estas afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Isabel Allende
- •Vocabulario
- •Isabel Allende Cartas de amor traicionado
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Vocabulario
- •Cuente lo que recuerda de:
- •Razone:
- •Los bomberos
- •Vocabulario:
- •Soledad Puértolas
- •El inventor del tetrabrik
- •Vocabulario:
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Carmen Posadas
- •Pequeñas infamias
- •1 Néstor, el cocinero
- •Vocabulario:
- •Trabajo con el texto
- •Nivel avanzado Arturo Pérez Reverte
- •3. Fuga hacia el sur
- •4. El pato alegre
- •Llegan los malos
- •Albacete, Inox
- •La última playa
- •Vocabulario
- •Arturo Pérez Reverte
- •Vocabulario:
- •Arturo Pérez Reverte
- •Vocabulario:
- •La hija del caníbal
- •Vocabulario expresiones:
- •Palabras:
- •Fechar - выпадать (о дате) primordial - первостепенный
- •Trabajo con el texto
- •Rosa Montero
- •Vocabulario
- •Vocabulario
- •Vocabulario
- •Bodas de plata
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Tareas:
- •Razone:
- •Julio Cortázar
- •Casa tomada
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Julio Cortázar Continuidad de los parques
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto: Diga si es verdadero o falso:
- •Laura Esquivel
- •Como agua para chocolate
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Tareas:
- •Razone:
- •Lucía Etxebarría
- •Zapatos
- •Vocabulario
- •Lucía Etxebarría Amor, curiosidad, prozac y dudas
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Tareas:
- •Razone:
- •Gabriel García Márquez
- •Vocabulario
- •Describa los acontecimientos básicos:
- •Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Gabriel García Márquez El rastro de tu sangre en la nieve
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Conteste a las siguientes preguntas:
- •Vocabulario
- •Vocabulario:
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Nivel superior Carmen Rico-Godoy El paraíso ya no es lo que era
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Carmen Rico-Godoy La insoportable pesadez del tapón sin enroscar
- •Lo que no mata, engorda... O castra
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Javier Marías
- •Vocabulario:
- •Javier Marías
- •Vocabulario:
- •Juan Eslava Galán
- •Isabel у Fernando, tanto mоnta monta tanto
- •Vocabulario
- •Trabajo con el texto Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
- •Isabel y Fernando, tanto monta monta tanto
- •Isabel y Fernando, tanto monta monta tanto
- •Carlos Ruiz Zafón
- •La sombra del viento
- •Vocabulario
- •Vocabulario
- •Diga si son verdaderas las siguientes afirmaciones y, si no lo son, dé la versión correcta:
Vocabulario:
mentón (m) - подбородок
resignado – покорный, покорившийся
retrete(m) - сортир, туалет
ensayar - репетировать
en ayunas - натощак
cabrear - злиться
Conteste a las preguntas:
-
Cuando el hombre echó un rapapolvo (устроил выволочку) a la alemana, ésta ¿sigió tocando el fagot porque siempre ensayaba a estas horas o para hacerle rabiar aún más?
-
¿Quién de los dos tendría razón?
-
¿Habría remedios para resolver ese lío por la buenas?
Arturo Pérez Reverte
Gili-restaurantes
Hay gilipollas y gilipollas. Quiero decir que hay tontos del haba congénitos, de pata negra, que no lo pueden evitar por mucho empeño y buena voluntad que le echen al asunto. Individuos e individuas que si se presentaran a un concurso de gilipollas serían descalificados en el acto, por gilipollas. Gente cuya naturaleza biológica incluye la gilipollez de modo perfectamente natural, como la de otros incluye tener los ojos azules o alergia al pescado. O sea, gente de esa que llega la enfermera y le dice al padre que está fumando en el pasillo: «Enhorabuena. Ha tenido usted un gilipollas de tres kilos y seiscientos gramos».
Como ven, hablo de gilipollas que no pueden evitar serlo, hasta el punto de que algunos llegan a caer bien. Uno los ve, los oye y se dice: «Es simpático este imbécil». Sin embargo, hay otra variedad más común, más de andar por casa. Más ordinaria. Hablo del gilipollas vocacional: del que se esfuerza a diario por avanzar paso a paso en el perfeccionamiento de una gilipollez a la que aspira con entusiasmo. Esos gilipollas aficionados dan lugar a un fenómeno que podríamos definir como pseudo-gilipollez o variante hortera de aquélla. Lo malo es que, a diferencia de la otra, perfectamente. localizada en lugares y medios especializados de las Españas, ésta última te la encuentras en la vida diaria, a la vuelta de la esquina, contaminándolo todo.
Pensaba en todo esto el otro día, cenando; en un restaurante pijo de los que pretenden cierto, nivel, Maribel. En el vesíbulo hay una señorita muy arreglada, con falda corta y pulseras; muy peripuesta y dinámica como en las películas de ejecutivas que salen en la tele, y que, nada más verte entrar, dice: «Hola, ¿tenéis reserva?», tuteándote cual si hubieseis vivido ella y tú intimidades previas, hasta el punto de que te sientes en la obligación de dirigirle a tu acompañante una mirada de excusa, como diciéndole: «Te juro que no conozco de nada a esta tía»; (De cualquier modo, peor sería que te estampara un par de absurdos besos en las mejillas, muá, muá, como hace ahora a las primeras de cambio toda mujer a la que te presentan. Vulgaridad notoria que, cabroncete como soy, suelo prevenir dando antes la mano a distancia y prolongando unos segundos el apretón, para que las besuconas se den con mi mano en el estómago al acercarse dispuestas al ósculo.)
El caso es que el restaurante era playero, con pretensiones de diseño y alta cocina moderna y unos precios que te rilas, frecuentado por clientes ad hoc: Lacoste, pantalón corto hasta la rodilla y con raya, zapatos tipo mocasín sin calcetines, teléfono móvil y toda la indumentaria, y haciendo juego. Hecho un paria entre tanta elegancia, con mis viejos tejanos de pata larga y la barba de semana y media, me vi obligado a decirle al camarero «estará bien, no se preocupe» ante su extrañeza de que no catara el vino, que él había servido con mucho aparato y movimiento de corcho, en vez de dedicar yo a tan fundamental operación los diez minutos que en las otras mesas se consagraban al asunto, fruncido el ceño, moviendo la copa para aspirar el aroma, chasqueando la lengua antes de declarar «excelente» con tanta gravedad y aplomo como si los tiñalpas hubieran pasado la infancia entre viñedos de Borgoña.
El maitre, muy serio y muy consciente de la solemnidad del caso y de que comer es un acto cultural comparable a leer a Proust —, nos recomendó algunas especialidades de la casa, destacando las cigalitas, los boqueroncitos y las almejítas, y sugirió la doradita o la lubinita, esta última con unas patatitas a lo pobre o unos buñuelitos de bacaladito con salsita con frambuesita. Y no faltó, tras los postres, la visita del cocinero, o vete a saber quién era el pájaro, un fulano vestido en blanco con su nombre bordado en el bolsillo, que recorría las mesas estrechando manos y dando conversación a compadreo que a algunos clientes parecía encantarles, pero que a mí me hizo temer que se nos sentara en la mesa y nos chuleara un café por el morro. Así que pedí apresuradamente la cuenta:—el maítre se mosqueó un poco cuando le dije que hiciera el favor de traerme la cuenteсita porque nos íbamos a la callecita— y me encaminé a la puerta con mucho alivio. Y todavía allí, al paso, la torda de la minifalda y las pulseras obsequió con un «hasta luengo». Como si hubiéramos quedado para después en el bar de la esquina.