Добавил:
Upload Опубликованный материал нарушает ваши авторские права? Сообщите нам.
Вуз: Предмет: Файл:
Іваницька А. Лексикологія іспанської мови.docx
Скачиваний:
72
Добавлен:
28.02.2016
Размер:
248.5 Кб
Скачать

§ 32. Adjetivación de los sustantivos

Los sustantivos adjetivados se usan en forma invaria­ble: Sí, señor; es una idea genial, una idea monstruo! (Fer losio). .

84


Los sustantivos adjetivados aparecen unidos en for­ma lie aposición a otro sustantivo; 1^ preocupaba la cruz de guerra puesta en el pecho de la blusa horizonte (Ibáñez).

Se adjetivizan más frecuentemente los sustantivos que denotan:

  1. colores; labios rosa, traje café. La torre se ve, cerrada, lívida, muda y dura, en un errante limbo violeta, azulado, pajizo (Jiménez); •

  • lugar o establecimiento: casa cuna, café bar. Son los amos del sector centro (Lera);

  • otros varios: palgbras clave, olla exprés. Los dos hom­bres resultan ser hermanos y trabajan juntos veinticuatro hectáreas de tierra calma (Salinas). '

    Los sustantivos adjetivados hacen los oficios de comp.let__ mentó modificador o parte nominal del predicado compues­to: Metía los dedos y se llevaba a la boca trocitos de empana­da.— ¡Está cañón! — decía con la boca llena (Ferlosio). Cuando la acompañaba, cruzábamos siempre a los alumnos de la Salle, con sijs uniformes café con leche, y ese era otro tema de conversación (Llosa).

    § 33. Adverbialización. Generalidades

    La adverbialización se efectúa mediante la sustitución transitoria de los adverbios en -mente con palabras de otras categorías. Se adverbializan tres categorías de palabras

    1. adjetivos; > ;

    2. participiosji '

    3. sustantivos. *

    Un adjetivo o sustantivo adverbializado va tras el ver­bo a que se refiere: 'Hasta que el caballo volvió a cobrar tierra bajó su cascp, lanzándose seguro hacia la orilla, no respiré sin zozobra (Ibáñez). -

    En función de adverbio se usan:

    . a) adjetivos: El respiró hondo (Fuentes): ^

    ^ b) participios: Los anchos y tristes ojos del animal mi- rañ” despáv6ífdós'^‘(Azóf ífí)'; ^ ^

    1. sustantivos: Lo hemos pasado fenómeno. Me gusta horrores. Te espabilas relámpago (Ferlosio).

    85

    L


    EJERCICIOS PRACTICOS

    Sepárense las palabras que habían sufrido el cambio en categoría gramatical clasificándolas en sustantivadas, adjetivad, y adverbializadas; tradúzcanse al ruso:

    1. Llevaba un saco ¡sport que en akún tiempo habri sido azul marino y un pantalón de fraila gris (Sábato'

    2. Era una mezcla de conventillo y caballerizas: se oía gritos, conversaciones y varias radios simultáneas, en iriedi d^uji fuerte olor de estiércol (Sábato). 3. Cara de Angel j arrancó el cuello y la corbata frenético (Asturias). 4. Car ' á& Angel pasóse la mano por los ojos y alzó la cabeza ate "rrorizado (Asturias). 5. El único rubio con ojos verdes qu había en casa, era un pierro lobo (Laiglesia). 6. El cielo tras la tormenta de ayer, se riiáñtenía brumoso, azul-leche bajo (Sanjuáfí). 7. El mar se riza impenitente y sopor sobre su piel azul-rey las blancas maderas de varias motora • (Sanjuán). 8. Pasaban muchos automóviles, algunos últi mo mfldelo, capotas de colores vivos que contrastaban cor el aire ceniza (Llosa). 9. Una vez miprimo.se levantó tem pranín y se acercó a mi cama (Azpiri), 10. Pasan muy alta: unas avutardas; un grupo de seis o sie*te. Croan las r^as y las lagartijas, que asoman, extrañadas, por los huecos de las piedras, miran un momento y huyen veloces después (Cela). 11. Tiempo hubo en que me los imaginaba (a los án geles) rubios y vestidos con unas faldas azules o rosa (Ce­la).. 12. Mi hermana estaría en su pequeña ciudad j'uñto a su marido, eniteramente obsesionado por las ondas radio fónicas, manipulando sobre la mesa camilla viejos y nuevos receptores (Sanjuán). 13. El horizonte azul-leché se dibuja muy pálidamente al otro lado de los grandes ventanales (Saojuán). 14. El otro se dirigió a la ventana y pegó duro sobre el vidrio con los nudillos (Fuentes). 15. El vapor empañó el cristal. Lo limpió con una mano y encendió el cilindro de luz neón colocado sobre el espejo (Fuentes). 16. Vestía traje de civil: ün traje de casimir café con cinturón postizo en la parte trasera (Fuentes). 17. Acarició el damas­co y aspird el humo-filtrado (Fuentes). 18.. Súbitamente." antes de que el toreador se le aproximase, el toro parte fu­rioso contra él (Azorín). 19. Las dos permanecen silenciosas esperando el tren (Azorín). 20. El maíz naranja como e pico de un pato, forma una pequeña montaña (Salinás)i

    1. Era verde con un ojo violeta y azul, toda salpicada dé

    S6 . ,

    oro (Cprtázar). 22. Alcanzándome un programa impreso en papel crema, Don Pérez me condujo a mi platea (Cortázar).

    1. Me gusta venir por aquí, porque desde esta cuesta en soledad se ve bien el ponerse del sol y nadiejios estorba, oi nosotros inquietamos a nadie... (Jiménez). 24. Puede usted imaginarse mi interés por ver nuevamente a Georgi- na si le digo que esperé en aquella esquina desdé la una has­ta las siete (Sábato). 25. Don Paco es médico, su conversar es discreto, su mirada llena de profundidad, sus juicios se­renos y atinados (Cela).

    f‘ '

    n. Sepárense en las frases que se dan a continuación U palabras o frases sustantivadas, refiéranse\el procedimiento de la sustantivación; tradúzcanse al ruso;

    1, Curiosean el ir y venir de los forast««s (Salinas).

    1. En el entresuelo, detrás de las persianas de hiVro, se bai­laba (Carpeníier). 3. El arroz es de un verde distinto a todos los verdes que los viajeros han visto antes de llegar a esta zona de la Baja Andalucía (Salinas). 4. Con Hugo revisá­bamos las estampillas y yo le daba las repetidas, le enseña­ba a clasificarlas por países, y él pensaba al otro año tener una colección como la mía pero solamente de América (Cor­tázar). 5. Era difícil, vagamente absurdo insistir frente a una negativa tan rotunda (Cortázar), fr. Le habían dejado un diario de la tarde al lado de la cama; había también una carta de Buenos Aires (Cortázar). 7. Sentándose en la cama se preguntó si lo mejor sería llamar al sereno para tener un testigo de que eriésa pieza no se podía dormir (Cortázar). 8; Evitó el acercarse a ellos, mirándolos silenciosa (Ibáñez).

    1. Pero después empezaron Vas dudas, porque en esos casos uno se trata de

    rfnbécil p toma tranciuilizairtes (Cortázar).

  • El programa anunciaba uri noticiario, un dibujo ani­mado y la película de Litvak (Cortázar). 11. Estas nuevas no sorprendían a Ibs^ mensuales, estaban curtidos por el infortunio y les hacían frente en forma callada, con austeri­dad (Grayin^. 12. Yc^no soy un advino (Llosa)i 13.En una especie de buhardilla, levantada en la azotea-, encorvíró- altos de periódicos y revistas, que hojeaba distraídamente mañanas y tardes íntegras (Llosa). 14. Es un antigás — di jo (Azpiri). 15. En ese momento ya había tomado’la decisión, de apuñalearnospor la espalda y convertir las Instituciones en el hazmerreír que son hasta la fecha (Ibergüengoitía). 16. Daniel, el Mochuelo, se conformaba con despedirla

    87

    L


    y darle la bienvenida con una mirada triste radiante (Deli-I bes). 17. Lucen las ventanas colchas de damasco granatej de percal amarillo, de celeste raso, y donde hay luto, lana cándida, con cintas negras (Jiménez). 18. Al final tuve que pararme delante de la última vidriera haciéndome eí que miraba los juegos de escritorio repujados en cuero (Cor^ tázar). 19. El rumor oscuro y poderoso de la central eléctri* ca me llenaba la cabeza (Umbral). 20. ¿Quién era el Loco?! Un piernas, un desgraciado, un viva la virgen, un incons-l cíente (Mollá). 21. Olvidaron el sonreír, y, cuando pensaban] en la sonrisa, les plegaba la boca un rictus fanático (Rive*| ra). 22. Batiste desperezábase con voluptuosidad, dominado! por el bienestar tranquilo de que parecía impregnado elj ambiente (Ibáñez). 23. Los más pacíficos huían por las sen-j das, volviendo atrás la cabeza con malsana curiosidad; los demás seguían inmóviles, puestos a la defensa, capaz cada uno de despedazar al vegino sin saber por qué, pero no | queriendo ser el primero en la agresión (Ibáñez).

    1. Sepárense en las frases que se dan a continuación los adjetivos sustantivados, explicando los pro<^ditnientos y el usol de los modelos productivos; tradúzcanse al ruso: '

    1. A PUnio, que seguía pegado a la persiana de su ven-i tana sin saber qué hacer, le agradaba el sesgo que tomabani las cosas (Pavón). 2. El viento soplaba en lo alto de las ro-^ cas con quejidos de velamen roto (Asturias).3*.Dupontsles^ estaba leyendo el periódico a media voz (Umbral). 4. Los.^ editoriales de todos los periódicos se ocupaban de nosotros' (Umbral). 5. La máquina parecía más grande por lo negra* que se la veía entre el verde del jardín y los. fruta les (Cor­tázar). 6. Mi hermana le daba la razón y eso que no sabía' si una estampilla estaba del derecho o del revés, pero era para llevarme la contra (Cortázar). 7. Memé aprendió a ha­dar como una profesional, a jugar al tenis y a comer jamón ^ de Virginia con rabanadas de piña (Márquez). 8. Después;^ de despedirme desamable oriental^ entré en el hotel, y ordér né al gerente que me preparara uri-íáfío caliente (Ibergüen- goitia). 9. Avanzaban como figuras confusas,, entre grises y rosas intensos; disminuidos, pálidos y encogidas bajo la- grandeza del amanecer (Pavón). 10.— Ah, tú ya lo sabes, _ Mely. Tú siempre has sido una fantasiosa (Ferlosio). ll.Lasj gaseosas estaban calientes como caldo y sabían a pasta des los dientes (Cela). 12. La Mely es una lianta y una escandalo-.

    88

    sa, lo único que es (Ferlosio). 13. Felipe cerró con llave y echó una rápida mirada a los neumáticos (Ferlosio). 14. Al quitarse el raido flexible de paja, mostró un pelambre blan­co y ralo, que le subía, como humo vago desde la calva enro­jecida (Ferlosio). 15. Abrió uno de los batientes, con cuida­do, pero no pudo evitar que crujiera (Llosa). 16. Creíamos que eran ellos y saltamos de las camas pero los imaginarias nos aguantaron: “quietos que son los soldados* (Llosa). !7. Los pardos, los grises, los rojos, los verdes se esfumaban tras el cansancio, el espanto, el sueño que traían retratados en las arrugas del rostro, porque en aquellas horas hasta los niños tenían cara# de viejos (Aub).

    1. Expliqúense la clase de conversión en las palabras en negrilla, tradúzcanse las frases al ruso:

    1. Los tres hombres y la mujer caminaban un poco des­lumbrados por la alborada (Pavón). 2. Elena, que está pe­lando una cebolla, mira ai viajero con un mirar feroz, insospechado (Cela). 3. Los claros de la arboleda se cuaja­ban de personas en traje de baño, sobre toallas y alborno­ces, en el polvo (Ferlosio). 4. Dupont, que era un contem­plativo se quedaba mirando las lejanas galerías de cristal, los altos miradores que tenían en sí toda la batalla del crepúsculo (Umbral). 5. El indio pasaría como mozo car­guero porei camino real. No hubo adioses (Asturias). 6. Na­da más tonto, pensaba, que la explicancilla que el prójimo se busca en los actos ajenos (Asturias). 7. En las ciudades hay, además, rifas y ^tracciones. Los barracones son de propiedad; la muj^r sin tronco, que la barbada ya no le in­teresa a nadie; la s’íréna y el mayor monstruo del universo: carnero con tres colas y dos cabezas o cabritillo con seis pa­tas, o mejor serpierite cascabel o un aliga tor zampahombres (Aub). 8. PermariécídéñTét sitio unos minutos, pensando en lo lentos, lo torjpes que eran los cadetes, si los comparaba con los soldados o con los alumnos de la Escuela Militar (Llosa). 9.— ¡Venga tú, frescales! — Siempre había algún gracioso (Mollá). 10. Dentro todo era un ir y venir de uni- formes-azúles-y-':aigunas_amarjilos.CLeante). 11.—Yo-pre-- fiero lo malo conocido que lo bueno por-conocer (Mollá).

    1. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se acordó de que había visto por última vez a ¡Romero en San Isidro, un día de mala suerte en las carreras (Cortázar). 13. Le sorprende el primer claro del amanecer

    89

    a la vista ya de Pareja, en un terreno de buena vega y bier cultivada, en un campo rojo de arcilla, lleno de huertas entre las que se ve, de vez en cuanado, algún ladrillar con las gentes ya afanadas al trabajo (Cela). 14. En el interior de la| casa había un gran tumulto: escaleras por todos lados, uní ir y venir de muebles y un entrar y salir de comestiblesl (IbergQengoitia). 15. Miró los blancos pero no alcanzó ai distinguir los tiros acertados (Llosa). 16. Las chicas lo mira*} ban furit^as (G)rtázar). 17. El Ford salió en diagonal, ade-j lantándose limpio un tranvía, y dio la vuelta por Tacuari (Cortázar). 18. Recostó la espalda en la pared y aspiró I hondo, se quemó el papel, prendió el tabaco, la boca tragó] el humo: era su primera bocanada de hombre, el primer ci­garro que fumaba dándose cuenta de que vivía (Aub). j

    1. Avancé resuelto por la cornisa y llegué a la boca de la I cueva (Pereda). 20. Manolo escupió, desafiante, y se fue, ce­rrando de golpe (Murciano). 2L Suárez me propuso dar una vuelta por el muelle y yo accedí gustoso porque sentía la! necesidad de despejarme (Valdés). 22. Pero, la verdad, Chichita, aunque desde que llegué he pensado mucho en ti y te he extrañado horrores, no he tenido tiempo para escri­birte y tampoco ganas (¿ no te enojes, yaí^, ahora te cuento por que (Llosa). .

    1. Sepárense las palabras sustantivadas, determinense su estructura, tradúzcanse al ruso;

    l. Hice todo lo posible para olvidar (Quiroga)'. 2. ... Los españoles nos endurecíamos hasta la caricatura y este endurecimiento era fruto de nuestro miedo instintivo a di­solvernos en la nada (Goytisolo). 3. Después de las burlas pueden venirlas veras (Galdós). 4. Lo que me importa es el tener que estar poco menos que esclavos y no poder vivir (Avalos). 5. Nos estorba lo negro y somos más ignorantes que las piedras (Goytisolo). 6. En lo hondo de la hoya las casucas parecen un juego de dados, arrojado allí caprichosa­mente (Goytisolo). 7.— Asunsión, sosiégate,— dijo la madre con menos severidad, al notar que la infeliz padecía una fe­bril exaltación (Galdós). 8. El cielo azul turquí se torna ae-_ gro, de un negro solemne donde las estrellas adquieren una limpidez profunda (Ibáñez). 9. El sol está a punto de de­saparecer y el ocre déla montana pardea (Goytisolo). 10. En el azul temblaban las estrellas, y la-quietüd del jardín pare­cía mayor que la quietud del cielo (Ibáñez). 11. Villavicen-

    90 ■