Добавил:
Опубликованный материал нарушает ваши авторские права? Сообщите нам.
Вуз: Предмет: Файл:
Historia examen.docx
Скачиваний:
1
Добавлен:
30.06.2024
Размер:
1.67 Mб
Скачать
  1. Evolución del número y género de los sustantivos.

El latín clásico conoce tres géneros: masculino, femenino y neutro. El español tiene solamente dos:masculino y femenino. Los nombres latinos neutros pasaron a masculinos o femeninos en la mayoría de los casos de acuerdo con su forma. Así: 1. Se hicieron masculinos los neutros de la II declinación, terminados en -um (vinum, bellum) por tener la misma desinencia que los masculinos en el acusativo del singular: Nom. n vinum Acc. n vinum Nom. m murus Acc. m murus 2. Se hicieron femeninos los neutros que formaban el plural con ayuda de la desinencia –a y tenían en el plural sentido colectivo: folium-folia, lignum-ligna, filum-fila, signum-signa. 3. Los neutros de la III declinación latina terminados en consonante -n, -r o en la vocal -e vacilaban en la elicción del género, es decir que podían pasar tanto al masculino como al femenino, ya que la desinencia -e es propia de ambos géneros en el español: 4. Los neutros latinos terminados en -us al pasar al español produjeron las formas siguientes: tempus>tiempos. Pero como la desinencia -s se hizo muy pronto índice de plural, la -s en singular fue eliminada. En cuanto al género masculino y femenino puede notarse que el español conserva en general el género de los nombres latinos. Resultan dedos tendencias opuestas: 1. La tendencia de conservar la forma de la palabra latina, cambiando el género por virtud de la desenencia. Así los nombres del árboles terminados en -us , femeninos en el latín clásico se transforman en masculinos ya en el latín vulgar y continúan siéndolo en el español: ulmus- olmo, pinus- pino. 2. La tendencia de conservar el género, transformando la forma del nombre sustantivo: socrus- suegra.

La desinencia -s se hizo índice de plural desde el mismo nacimiento del español como lenua. Las reglas para la formación del plural se conservan casi sin altersciones desde el español antiguo hasta hoy día, es decir que los nombres terminados en vocal átona formen el plural, añadiendo la –s, y los terminados en consonante, por medio de -es: casa-casas, flor-flores. Varía la terminación sólo en los nombres acabados en vocal tónica: 1. Los terminados en diptongos con -i final añadían en el español antiguo la -s , mientras que en el español moderno agregan –es: rey -(ant)reyes, (modern)reyes. 2. Los monosíbas termnados en vocal, formaban su plural en el español antiguo generalmente en -s , mientras que en el español moderno en -s : fe – ant. fees, moder. fes. 3. Los polisílabos terminados en vocal vacilan en todas las épocas entre -s y -es: bajás y bajaes, sofás y sofaes

EL NUMERO

El español hereda la -s del acusativo latino de plural. Aparece como -s cuando la palabra acaba en vocal y como -es si es en consonante o vocal acentuada. Pero estas últimas se apartan a veces de la norma: papá-s (no papáes), sofás… En la norma culta domina vocal acentuada + -es ; las clases iletradas prefieren vocal acentuada + -s.

Tb. hay un plural en -ses (cafeses, pieses) porque en cafés la lengua ve formas de singular como anís, mes.

Tb. hay vacilaciones con los sustantivos acabados en -y (bueys, reys). Se llegó a bueyes, reyes tras considerar la -y como consonante.

Puede expresarse la pluralidad mediante un singular dependiendo del contexto, independientemente de la morfología: tanto caballero = tantos caballeros.

Predomina la regularidad en la expresión del número: plural en -s (casas), en -es (francés-es) y neutralización morfológica de singular y plural (lunes, martes) => el singular es el término no marcado, mientras que el plural lleva el signo de distintivo. Tb. puede afectar al dominio semántico: celo / celos, polvo / polvos…

No hay dual. Excepción ambos.