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судорога шпорки (наш вариант).docx
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  1. Evolución de las formas temporales del verbo. El Modo Subjuntivo.

Algunos tiempos latinos:

  • se conservaron sufriendo cambios fonéticos;

  • otros desaparecieron por completo;

  • cambiaron de su valor;

  • aparecieron otros nuevos en lugar de los desaparecidos.

De tal modo se conservaron en el español los siguientes tiempos latinos:

  • Praesens Indicativi > Presente de Indicativo;

  • Praesens Conjunctivi > Presente de Subjuntivo;

  • Imperfectum Indicativi > Imperfecto de Indicativo;

  • Perfectum Indicativi > Pretérito indefinido de Indicativo.

Dos tiempos latinos: el Plusquamperfectum Indicativi y Conjunctivi, cambiaron de valor gramatical y crearon la base para las variantes españolas en -ra y -se del Imperfecto de Subjuntivo.

  1. Nuevas formas temporales y modales.

Los tiempos nuevos que se formaron en las lenguas románicas pueden dividirse en dos grupos:

  • Tiempos nuevos por su forma, pero cuyo valor gramatical es idéntico al formas temporales latinas:

  • Futuro simple y Pretérito perfecto de Subjuntivo que por su valor corresponden al Futurum I y al Perfectum Conjunctivi;

  • Futuro compuesto y Pretérito perfecto de Indicativo que por su valor corresponden al Futurum II y al Perfectum Indicativi;

  • Pluscuamperfecto de Indicativo y de Subjuntivo que por su valor corresponden al Plusquamperfectum Indicativi y Conjunctivi.

  • Tiempos nuevos por su forma y su valor:

  • Pretérito anterior;

  • Condicional simple y compuesto.

Todos los tiempos nuevos son analíticos eran formado con ayuda del verbo haber. Algunos de ellos conservan hasta hoy su forma compuesta:

  • Pretérito perfecto de Indicativo y de Subjuntivo;

  • Pluscuamperfecto de Indicativo y Subjuntivo;

  • Pretérito anterior;

  • Futuro compuesto y Condicional compuesto.

Otros aparecen ya como flectivas:

  • Futuro simple de Indicativo;

  • Condicional simple.

  1. Formación de los perfectos fuertes y débiles.

El Pretérito indefinido del español se remonta al Perfectum Indicativi activi de la lengua Latina. En el latín existían dos clases de Pretéritos:

  • Los Pretéritos débiles terminados en -vi;

  • Los Pretéritos fuertes terminados en -ui, -si.

Los Pretéritos débiles pertenecían a los verbos de:

  • primera;

  • cuarta conjugación.

Mientras que los fuertes eran propios de los verbos de:

  • segunda;

  • tercera conjugación.

Como excepción a la regla algunos verbos de primera y cuarta conjugación latina también formaban Pretéritos fuertes.

Las desinencias del Perfectum latino difieren de las desinencias de los demás tiempos latinos y son iguales para los verbos de todas las cuatro conjugaciones. Los Pretéritos latinos débiles han dado en el español las formas siguientes:

  • Primera conjugación: lat.cl.: amav-i; lat. hisp.: amai; esp.: amé.

Pretéritos fuertes son de tres tipos terminados:

  • en -ui;

  • en -si;

  • en -i.

Los Pretéritos en -ui son propios de los verbos de la segunda conjugación latina: habere – habui. En el español antiguo se ha perdido la mayoría de los Pretéritos terminados en -ui, los que se han conservado dieron las formas siguientes:

  • en los verbos con la vocal radical o, ésta pasa a u, bajo la influencia del sufijo u del Pretérito latino: potui ˃ pude;

  • en los verbos con la vocal radical a, ésta pasa a o, bajo la influencia del sufijo u del Pretérito latino: sapui ˃ sope.

En calidad de fuertes se conservan en el español sólo la primera y tercera del singular: habui ˃ hobe ˃ ove ˃ hubo.

Los Pretéritos terminados en –si son menos numerosos y empezaron a reducirse ya en el latín vulgar.

Muchos verbos con los Pretéritos en -i pasaron en el español antiguo al grupo de los Pretéritos en -si, o en -ui: cepe – capui – cope.