
1. Estructura del sistema educativo:
España: El sistema educativo español está dividido en niveles como Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Educación Superior. La educación superior incluye universidades y otros tipos de instituciones.
Ucrania: El sistema educativo ucraniano incluye niveles similares, con educación preescolar, educación primaria, secundaria y superior. La educación superior en Ucrania también comprende universidades y otras instituciones de educación superior.
2. Duración de la educación obligatoria:
España: La educación obligatoria abarca desde los 6 hasta los 16 años, cubriendo la Educación Primaria y la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Ucrania: La educación obligatoria en Ucrania va desde los 6 hasta los 17 años, abarcando la educación primaria y secundaria.
3. Bachillerato:
España: Después de completar la ESO, los estudiantes pueden optar por seguir con el Bachillerato, que es una etapa preuniversitaria de dos años.
Ucrania: Después de completar la educación secundaria, los estudiantes ucranianos pueden ingresar a la educación superior o, en algunos casos, completar una etapa adicional de formación preuniversitaria.
4. Educación Superior:
España: El sistema de educación superior en España incluye universidades y otras instituciones. La duración de los programas universitarios varía, pero muchos programas de grado son de cuatro años.
Ucrania: La educación superior en Ucrania también incluye universidades y otras instituciones. La duración típica de un programa de licenciatura es de cuatro años.
5. Idioma de instrucción:
España: El español es el idioma principal de instrucción, pero algunas regiones pueden tener programas educativos en lenguas cooficiales como el catalán, el gallego o el vasco.
Ucrania: El ucraniano es el idioma de instrucción principal, aunque también hay instituciones que ofrecen programas en otros idiomas, especialmente en áreas con población significativa de habla rusa.
2.El sistema educativo espanol (Verba)
El sistema educativo español está organizado en distintos niveles: educación infantil, primaria, secundaria obligatoria y bachillerato. La educación infantil es para niños pequeños y no es obligatoria, pero es esencial para su desarrollo. La educación primaria dura seis años y es obligatoria para todos los niños de seis a doce años. La secundaria obligatoria consta de cuatro años y se centra en asignaturas básicas y fundamentales.
El bachillerato es una etapa posterior a la secundaria obligatoria, con dos cursos que ofrecen distintas especialidades para que los estudiantes se preparen para la universidad o el mundo laboral. Tras el bachillerato, pueden optar por estudiar en la universidad o realizar formación profesional.
La educación en España es principalmente pública y gratuita hasta la educación secundaria obligatoria. También hay colegios privados y concertados, aunque a menudo implican costes. La educación en el país se rige por el Ministerio de Educación, pero las comunidades autónomas tienen cierta autonomía para regular aspectos específicos.
Los desafíos en el sistema educativo español incluyen la tasa de abandono escolar temprano, que ha mejorado pero aún está por encima de la media europea. También se trabaja en la incorporación de la tecnología en las aulas y la adaptación de los métodos educativos a las necesidades del siglo XXI.
En general, el sistema educativo español busca proporcionar una educación de calidad que prepare a los estudiantes para su futuro, fomentando el aprendizaje integral y adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad.
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3.La educacion en cifras
La educación en ESPAÑA tiene datos interesantes. Cerca del noventa y siete por ciento de los niños de tres años van a la educación infantil, y este número sigue creciendo. En la educación primaria, la tasa de escolarización es casi completa, ¡más del noventa y nueve por ciento! Pero a veces, al llegar a la secundaria obligatoria, unos dejan sus estudios. Aunque ha mejorado, aún hay un porcentaje de jóvenes que no terminan esta etapa.
En el bachillerato, casi el setenta y cuatro por ciento de los estudiantes eligen la modalidad general. Esto les da opciones para la universidad. Otros prefieren la formación profesional, que puede prepararlos para diferentes trabajos.
En ESPAÑA, la mayoría de los centros educativos son públicos, sobre el sesenta y ocho por ciento. Luego están los privados y los concertados, pero estos últimos son más asequibles para las familias. En algunas regiones, las comunidades autónomas tienen control sobre ciertos aspectos de la educación, aunque el Ministerio de Educación supervisa en todo el país.
El sistema educativo español también enfrenta retos. La tasa de abandono escolar, aunque ha mejorado, sigue siendo un desafío. Y también hay debates sobre cómo incorporar la tecnología en las aulas para mejorar la educación.
En resumen, la educación en ESPAÑA tiene cifras alentadoras en la educación inicial y primaria, pero hay desafíos en etapas posteriores. El objetivo sigue siendo brindar una educación de calidad que prepare a los estudiantes para su futuro, adaptándose a los cambios y necesidades de la sociedad.
4.La universidad espanola (V. Pagina 97, texto dos)
La universidad en **ESPAÑA** tiene sus raíces en tiempos antiguos, siendo la de Salamanca la más vieja, establecida en mil doscientos dieciocho (1218). Hoy en día, está basada en la universidad del siglo XIX, inspirada en el sistema francés. En los últimos años, ha crecido mucho y se ha vuelto más independiente.
Desde mil novecientos ochenta y tres (1983), se han hecho cambios basados en la Ley de Reforma Universitaria. Esta ley da libertad a las universidades para elegir sus reglas, sus líderes y para crear sus programas de estudio y títulos.
Las carreras de tres y cinco años están siendo reemplazadas por estudios más cortos y directamente relacionados con trabajos específicos, o por estudios más largos que llevan a títulos como Diplomatura, Licenciatura y Doctorado. Las materias pueden ser obligatorias u opcionales.
En **ESPAÑA**, hay muchas universidades públicas y algunas privadas. La mitad de ellas son más recientes. También hay colegios unidos a las universidades donde se estudia primeros años de carrera. En mil novecientos noventa y uno (1991), se calcula que había muchos estudiantes y profesores en las universidades. Pero algunas universidades tienen más estudiantes que otras.
Las carreras más populares son Ciencias Sociales y Humanidades, especialmente Derecho, Economía, Historia, Filología y Medicina. Las carreras técnicas tienen menos estudiantes, excepto Arquitectura e Ingeniería Industrial.
Los profesores en las universidades tienen diferentes niveles, algunos necesitan un título de Doctor y tienen habilidades para enseñar e investigar. Otros son nombrados temporalmente por las universidades.
6.El nuevo escenario (texto 3, pag 99-101).
El cambio es clave para las instituciones. Como la sociedad, deben evolucionar con su entorno para no quedarse obsoletas. En España, las universidades enfrentan tres impulsos: dos externos y uno interno. El interno se conecta con la esencia universitaria, siendo un faro de innovación y un observatorio de los avances científicos y culturales.
Los cambios demográficos, sociales y el nuevo marco europeo para la Educación Superior son los impulsos externos. Este nuevo marco ofrece la oportunidad de abordar fallas en el sistema educativo, adaptando las enseñanzas a las demandas sociales y transformaciones en disciplinas científicas y humanidades.
La reestructuración de estudios abre paso a nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, desplazando el enfoque docente hacia las actividades que enriquecen el aprendizaje del estudiante. La universidad pública tiene un doble papel: formar ciudadanos y ser un centro de excelencia en investigación. La calidad no debe ser excusa para excluir, y se requiere mayor financiación y mejores políticas de becas.
La formación continua se vuelve crucial en un mundo donde conocimientos y habilidades se vuelven obsoletos rápidamente. Además, la universidad debe ofrecer una formación más allá de lo instrumental, más cultural, humanista y política, respondiendo a las necesidades cambiantes del mundo laboral y social.
La financiación es crucial para alcanzar la excelencia. A pesar de mejoras en la financiación, el aumento de universidades ha generado desequilibrios en recursos, poniendo en peligro la posición en el escenario europeo del conocimiento.
7.Salamanca, ciudad universitaria. (Texto cuatro, pagina 102)
Salamanca, la antigua ciudad universitaria Salamanca alberga la universidad más vieja de España, siendo esta su esencia misma. La Universidad de Salamanca recibió su estatus de la mano del rey Alfonso X en "mil doscientos cincuenta y cuatro". En aquel entonces, la ciudad ya era un centro episcopal con la presencia de destacadas órdenes militares y religiosas, como la Orden de Calatrava y la Orden de San Benedicto. El rey aspiraba a convertir a Salamanca en un prestigioso centro académico, rivalizando con Bolonia, París, Cambridge y Oxford, que atraían a eminentes humanistas y científicos.
Dos siglos más tarde, se erigieron las Escuelas Mayores, cuyos alumnos y profesores incluyeron nombres ilustres como Antonio de Nebrija, Francisco de Vitoria, San Juan de la Cruz, Calderón de la Barca y Fray Luis de León. La vida en Salamanca gravita alrededor de las aulas y la Plaza Mayor, el corazón de la ciudad, donde residentes y visitantes se congregan. La Plaza Mayor salmantina, construida en el siglo XVII por Churriguerra y ampliada por García de Quiñones, es una de las más bellas de España. Con sus sólidas pilastras, tres niveles de balcones y 88 arcos, atrae a diversos grupos, desde turistas hasta estudiantes.
Esta plaza cerrada es un punto de encuentro para personas de todas las procedencias y estilos de vida: extranjeros y campesinos, parejas jóvenes y jubilados, ejecutivos ocupados y estudiantes con cámaras. Aproximadamente "treinta mil" estudiantes, el 60% provenientes de otras regiones de España y del extranjero, aprecian la oportunidad de vivir a su manera en Salamanca. La ciudad ha modernizado sus costumbres sin perder su apacible identidad como antigua ciudad castellana.
8.El triste privilegio. (pagina 103) En la España de finales de los años cuarenta, la universidad vivía en un estado de apatía y pobreza. La FUE, luchando por reconstruirse, era apenas un recuerdo lejano, diezmada por las detenciones de sus miembros. Al llegar a la Facultad de Derecho en "mil novecientos cuarenta y ocho", la política no despertaba interés, excepto entre algunos excéntricos y un pequeño grupo de falangistas. El Opus Dei reclutaba activamente, generando desconfianza en aquellos que rechazaban su proselitismo.
Expresar agnosticismo religioso generaba revuelo, y la mayoría evitaba cualquier forma de disidencia. La conformidad reinaba en temas religiosos, morales o políticos, considerando la divergencia como desafío o locura dignos de desprecio. Incluso los opositores silenciosos compartían, en otros aspectos, los criterios mayoritarios.
Los estudiantes de promociones anteriores, como Castellet, Marsal y otros, ya habían concluido sus estudios. Mi promoción y las siguientes eran las más desafortunadas de la posguerra, sin maestros ni orientadores. La resistencia había desaparecido, y la rebeldía juvenil apenas comenzaba. La experiencia escolar lamentable se repetía en la universidad: sin libros accesibles por la censura o la barrera del idioma, mi educación se formó de manera aleatoria, fuera de las aulas.
Sin guía, mi formación intelectual y moral se forjó a trompicones, basada en encuentros, lecturas y conversaciones fuera de las clases. Como autodidacta por circunstancias, construí una cultura desordenada que arrastré hasta los treinta años. Solo al alejarme de Barcelona y España pude revisar mis valores y normas, liberándome de las anteojeras ideológicas.
9.Desde la historia de la universidad Nacional de Kyiv a nombre de Taras Shevchenko.
La Universidad Nacional de Kiev es una institución de enseñanza superior e investigación que forma especialistas en diversos campos y realiza investigaciones científicas. Es la principal universidad nacional con el mayor número de facultades y especialidades para la formación de futuros profesionales.
Fundada hace más de siglo y medio, la universidad se ha convertido en un centro donde se desarrollaron ideas avanzadas y se formaron intelectuales nacionales. La predecesora de la universidad fue la Academia Kyiv-Mohyla, fundada en mil seiscientos treinta y dos (1632), donde estudiaron y trabajaron destacadas figuras de la ilustración ucraniana.
La opinión pública llevaba décadas pidiendo que se creara una universidad en Kiev, pero la autocracia rusa se cuidó de que no se convirtiera en el centro del movimiento de liberación nacional de Ucrania. No obstante, la universidad se convirtió en un punto de encuentro de personalidades y de formación de la conciencia nacional.
En el verano de mil ochocientos treinta y cuatro (1834), la Universidad de Kiev inició sus actividades, aceptando a sus primeros estudiantes en la Facultad de Filosofía. Más tarde se abrieron la Facultad de Derecho (mil ochocientos treinta y cinco - 1835) y la Facultad de Medicina (mil ochocientos cuarenta y siete - 1847). La universidad funcionó de esta forma hasta mil novecientos diecisiete (1917).
Los científicos y profesores de la Universidad de Kiev contribuyeron significativamente al desarrollo de la ciencia y el pensamiento social y político en Ucrania. Numerosas figuras destacadas de la cultura ucraniana, como Mykhailo Starytskyi, Maksym Rylskyi, Mykola Lysenko y otros, se graduaron en la universidad.
En la actualidad, la universidad cuenta con unos 20.000 estudiantes repartidos en 13 facultades y 6 institutos. Los profesores transmiten sus conocimientos y experiencia a los futuros especialistas, mientras que los investigadores y estudiantes desarrollan relaciones científicas internacionales. Los licenciados trabajan en diversas esferas de la vida pública de Ucrania, y la universidad está abierta a todos aquellos que quieran contribuir al intelecto, la cultura y la prosperidad de Ucrania.
10.La universidad de Kyiv en la mitad del siglo XIX (pag. 115)
Desde la fundación de la Universidad de Kiev, las ciencias filológicas se han centrado en la filología clásica y la lengua y literatura rusas. El Departamento de Literatura Rusa era parte de la Facultad de Filosofía y, en mil ochocientos cincuenta (1850), se incorporó a la Facultad de Historia y Filología.
La enseñanza de lenguas extranjeras comenzó con la universidad y, en los primeros años del siglo XX, se estableció el Departamento de Lenguas Romances y Germánicas. La lengua ucraniana no se incluyó inicialmente debido a su estado de depresión, pero en los primeros años del siglo XX, se incorporaron temas de filología ucraniana al plan de estudios.
A pesar de eventos en mil ochocientos cuarenta y siete (1847) que llevaron al cese de estudios de ucraniano, el movimiento para el desarrollo de la lengua ucraniana se intensificó en la década de mil ochocientos sesenta (1860). Los estudiantes, apoyados por M. Pirogov, crearon escuelas para enseñar ucraniano, pero fueron cerradas por el gobierno zarista. En mil ochocientos sesenta y uno (1861), exalumnos universitarios pronunciaron discursos en ucraniano en el funeral de Taras Shevchenko, marcando un resurgimiento de la lengua.
La enseñanza de la historia de las lenguas y literaturas eslavas comenzó en la década de mil ochocientos cuarenta (1840), y en mil ochocientos sesenta y tres (1863) se estableció el Departamento de Literatura Universal. Los departamentos de filología clásica comenzaron junto con la apertura de la universidad. Hasta mil novecientos seis (1906), las lenguas de Europa Occidental solo se estudiaban como disciplinas generales.
Los Departamentos de Lengua Ucraniana y Literatura Ucraniana se crearon en mil novecientos diecisiete (1917), durante la República Popular Ucraniana, y desde entonces, han ocupado posiciones destacadas en la Facultad de Filología.
11.La universidad de Kyiv en la primera revolucion ucraniana de 1917-1919 (pag. 115)
Desde la fundación de la Universidad de Kiev, las ciencias filológicas se han centrado en la filología clásica. Tras mil novecientos diecisiete (1917), la Universidad experimentó cambios significativos en las ciencias filológicas. Hasta entonces, la filología clásica y la lengua y literatura rusas tenían un papel destacado. El Departamento de Literatura Rusa se movió de la Facultad de Filosofía a la de Historia y Filología.
La enseñanza de lenguas extranjeras inició hace tiempo, con un departamento destacado en la Facultad de Historia y Filología, con académicos como M. P. Dashkevych. La lengua y literatura ucranianas, consideradas dialecto, fueron excluidas de las disciplinas filológicas. El primer rector, M. Maksymovych, apoyó la filología ucraniana, pero su interés disminuyó con el tiempo.
El renacimiento de la lingüística ucraniana comenzó en los años sesenta del siglo XIX, apoyado por Pyrogov, con escuelas dominicales para enseñar ucraniano a trabajadores. La República Popular Ucraniana creó el Departamento de Lengua y Literatura Ucranianas en la Facultad de Filología, dándoles importancia en el plan de estudios.
En mil novecientos treinta y siete (1937), se estableció la Facultad de Lenguas y Literaturas de Europa Occidental, que luego se convirtió en la de Lenguas Extranjeras, profundizando en lingüística, traducción y estudios literarios. En dos mil uno (2001), comenzó la reorganización de la Facultad de Filología y la de Filología Extranjera, junto al Departamento de Estudios Orientales.