
- •19. Concepciones fundamentales de la estilística: la connotación.
- •38. Característica del estilo coloquial. Particularidades del nivel léxico.
- •40. Rasgos esenciales del estilo científico: sintaxis.
- •1. Nociones históricas sobre la formación de la estilística como ciencia
- •Independiente.
- •2. Estratificación de los estilos funcionales de la lengua española.
- •Periodismo
- •3. Estilística actual. Sus objetivos y orientaciones.
- •4. Característica del estilo coloquial. Particularidades de la pronunciación.
- •5. Estilística lingüística y estilística literaria.
- •6. Característica del estilo coloquial. Particularidades del nivel morfológico.
- •7. Escuela estilística española.
- •8. Característica del estilo coloquial. Particularidades del nivel sintáctico.
- •9. Estilística y disciplinas conexas.
- •10. Característica del estilo coloquial. Particularidades del nivel léxico.
- •12. Estilo literario artístico.
- •13. Noción de paradigma: el paradigma morfológico-estilístico.
- •14. Estilo científico. Rasgos esenciales del estilo científico. Su léxico.
- •15. Noción del paradigma estilístico: el paradigma sintáctico-estilístico.
- •16. Rasgos esenciales del estilo científico: morfología.
- •17. Noción de paradigma estilístico: el paradigma fonético-estilístico.
- •18. Rasgos esenciales del estilo científico: sintaxis.
- •19. Concepciones fundamentales de la estilística: la connotación.
- •20. Peculiaridades lingüísticas del estilo oficial español. Fonética.
- •21. Concepciones fundamentales de la estilística: norma estilística.
- •22. Peculiaridades lingüísticas del estilo oficial español: morfología.
- •23. Concepciones fundamentales de la estilística: función estilística.
- •24. Peculiaridades lingüísticas del estilo oficial español: léxico.
- •25. Noción del estilo y norma estilística.
- •26. Peculiaridades lingüísticas del estilo oficial español: sintaxis.
- •Incisos:
- •27. Estilística de los recursos: metáfora y metonimia.
- •28. Rasgos esenciales del estilo publicista.
- •29. Estilística de los recursos: tropos basados en la metáfora y metonimia.
- •30. El léxico del estilo publicista.
- •31. Estilística de los recursos: sintaxis figurada.
- •Figuras de supresión
- •Figuras por adición: polisíndeton, anadiplosis, epanalepsis, concatenación. Su función estilística.
- •32. La morfosintaxis del estilo publicista.
- •33. Figuras sintácticas según el criterio cuantitativo: figuras de supresión y por adición.
- •Figuras de supresión
- •Figuras por adición: polisíndeton, anadiplosis, epanalepsis, concatenación. Su función estilística.
- •34. Definición de la estilística funcional.
- •35. Concepto de estilo funcional.
- •36. Figuras sintácticas según el criterio de disposición de elementos: figuras de asimilación y de disimilación.
- •38. Característica del estilo coloquial. Particularidades del nivel léxico.
- •40. Rasgos esenciales del estilo científico: sintaxis.
- •Figuras de supresión
- •Figuras por adición: polisíndeton, anadiplosis, epanalepsis, concatenación. Su función estilística.
- •49. Problemas de la estilística lingüística en las obras de los hispanistas.
Figuras por adición: polisíndeton, anadiplosis, epanalepsis, concatenación. Su función estilística.
Los medios sintácticos expresivos por adición (o de expansión) incluyen polisíndeton, anadiplosis, epanalepsis, concatenación.
Polisíndeton
El polisíndeton es cuando se usa muchas veces la conjunción "y" sin necesidad, pero esto le da más fuerza a lo que estamos diciendo. Lo vemos mucho en poesía y prosa, y su objetivo principal es crear un ritmo especial en el texto, hacerlo más bonito y darle un tono general.
Por ejemplo, en un poema, el autor dice: "Y ella misma es el rumor y la armonía y el estruendo y la luz, y la elocuencia y la poesía y el arte y la hermosura". Aquí, el uso repetido de "y" refuerza la admiración del autor por la naturaleza.
Cuando se utiliza para describir la naturaleza, como en "Blanco el tajo, blancos los troncos, y la casa y la tranquera y el muro y el puente", el polisíndeton revela las emociones del personaje, creando un efecto de melancolía y monotonía.
También es común en el lenguaje infantil y coloquial, y puede usarse para imitar el habla de un personaje en un texto.
En crónicas históricas, donde se relatan los hechos en orden temporal, el polisíndeton se usa de manera más normativa, sin buscar efectos estilísticos, siguiendo la tradición hablada.
Anadiplosis
La anadiplosis, o repetición de enlace, es cuando se repite la última parte de una oración al principio de la siguiente. Camino, caminante Por ejemplo, en el poema de Antonio Machado:
"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino."
Esta figura estilística se utiliza para destacar y reforzar las palabras clave que llevan la carga principal del mensaje.
En la literatura publicitaria, la anadiplosis se convierte en una herramienta poderosa para influir en la audiencia.
Epanalepsis
La repetición circular, también conocida como epanalepsis, consiste en repetir una o varias palabras al principio y al final de una oración o párrafo. Un ejemplo de esto es la frase de Miguel Hernández: "Nardo tu tez, para mi vista nardo."
Esta figura retórica nos hace pensar en un circuito, ya que las palabras coinciden al inicio y al final, creando una especie de ciclo. La epanalepsis es expresiva y con matices emocionales, destacándose por su uso de un lenguaje elevado y cargado de emociones.
Aunque no es tan común como otras figuras literarias como la anáfora y la epifora, la epanalepsis se encuentra a menudo en las obras de autores como A. Carpentier. En un ejemplo de Carpentier, vemos la repetición de palabras al inicio y al final de la oración: "Miró a su alrededor; madera, barro, hollín. Madera, barro, hollín."
La epanalepsis ayuda a percibir pensamientos o ideas que el autor no ha expresado directamente. A medida que se repite una palabra o combinación de palabras, esta adquiere un significado adicional, influenciado por el contexto previo.
Concatenación
La concatenación, o repetición de cadena, es cuando una oración comienza con la misma palabra con la que termina la anterior, repitiéndose varias veces para crear un vínculo continuo.
A diferencia de la anadiplosis, en la concatenación se repite una nueva pareja de palabras en cada instancia. Este recurso literario se utiliza para crear un enlace dinámico y tangible, representando la continuidad y sucesión de acciones.
Un ejemplo de concatenación es: "La justicia es todo sabiduría, y la sabiduría es todo orden, y el orden es todo razón, y la razón es todo procedimiento, y el procedimiento es todo lógica" (Benavente). Aquí, las palabras repetidas conectan conceptos relacionados, enfatizando la interdependencia.
La concatenación también es común en cuentos populares y en versos con tono folklórico, como en el poema de Gabriela Mistral: "Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena se la tragó el mar, y que del mar la pescó un ballenero, y el ballenero llegó a Gibraltar, y en Gibraltar cantan pescadores." En este caso, la repetición de eventos crea una conexión fluida entre las diferentes situaciones.
Figuras sintácticas según el criterio de disposición:
— figuras de asimilación estructural: paralelismo, anáfora, epífora, etc.;
— figuras de disimilación estructural: inversión (hipérbaton), parcelación.
Paralelismo
El paralelismo es cuando partes del texto tienen la misma estructura gramatical. Se usa en prosa, poesía, publicidad y ciencia para enfatizar, crear ritmo y conectar elementos. Puede ser completo (toda la oración) o parcial (parte de ella). Ejemplos, puede ser refranes como "El vaso en el sonar, el hombre en el hablar."
En poesía, se emplea para comparar o contrastar, como en "La vida es corta y la esperanza larga." El paralelismo añade ritmo y destaca elementos, siendo clave en la expresión artística.
El quiasmo es una forma especial de paralelismo en la que los elementos de una estructura paralela se intercambian de manera invertida (A > B: B > A), alterando así la conexión sintáctica entre ellos. Esta figura retórica se utiliza comúnmente en dos oraciones consecutivas para lograr una mayor coherencia semántica y sintáctica en el texto. Además, el quiasmo crea un efecto emocional. Por ejemplo, en la frase "En este país no se lee porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee."
Anáfora
La anáfora es cuando se repite una palabra al principio de cada oración seguida. Resulta útil en la poesía para dar intensidad.
"Guardo mi pena en el penario,
Guardo mi alma en el armario,
Guardo mi voz como una espada." (N. Guillén)
Epífora
La epífora es cuando se repite la última parte de una oración o frase al final de otras oraciones o frases consecutivas. Un ejemplo: "Te pueden entregar mi cuerpo, pero no mi alma, que es libre. Mi alma nació libre y ha de ser libre."
En estos ejemplos, se utiliza la epífora para dar énfasis a la libertad del alma. Es una figura de estilo que se usa en la escritura poética y en el estilo publicitario para crear ritmo y expresividad. También puede tener un efecto irónico, como en el caso de C. J. Cela, donde se repite la idea de que España no es un país ganadero para señalar irónicamente la razón por la cual el pueblo español no come carne.
Figuras de disimilación estructural: inversión (hipérbaton), parcelación.
Figuras estilísticas de disimilación basadas en la transposición del modo del enlace gramatical entre los componentes de la oración o entre las oraciones son la parcelación y el hipérbaton (el aislamiento).
Hipérbaton
Hipérbaton es cuando se cambia el orden normal de las palabras a propósito para resaltar algo emocional o lógicamente. Se ve mucho en la poesía española, especialmente en la obra de Góngora.
Parece un desorden, pero Góngora lo hace intencionalmente para expresar emociones. Góngora usa metáforas y el hipérbaton para crear imágenes vívidas.
En poesía, el hipérbaton tiene una función rítmica; el ritmo y la rima lo provocan. En prosa, el hipérbaton se usa para destacar significado y emoción. Cambiar el orden de las palabras ayuda a resaltar la idea más importante.
En la poesía, se relaciona con la regularidad del verso, mientras que en la prosa, se utiliza para realzar el significado y la emoción.
Parcelación
La parcelación es cuando se divide intencionalmente una oración en dos o más partes mediante una pausa o un punto en la escritura. Estas partes, llamadas base y parcela, son formalmente independientes pero están conectadas en significado y gramática.
La base representa la idea principal, mientras que la parcela proporciona detalles específicos. La parcelación agrega información nueva a la estructura básica de la oración, explicando y concretizando.
Tiene una función emocional, especialmente cuando se repiten elementos en la parcela para enfatizar detalles adicionales.
La parcela puede ser cualquier elemento de la estructura, incluso una oración subordinada.
47. Tareas de la estilística.
La estilística es una disciplina que estudia cómo la lengua se utiliza en diferentes contextos sociales y culturales. Reconoce la lengua como un fenómeno social y cultural, con el propósito principal de facilitar la comunicación dentro de un grupo.
Esto lleva a dos consecuencias: a) los lingüistas reconocen el derecho de evaluar la adecuación de la lengua a su función y admiten que está sujeta a normas sociales; b) los lingüistas creen que pueden influir en la lengua para mejorar su desempeño como medio de comunicación, dando lugar a la creación de la lingüística aplicada.
La estilística analiza los matices estilísticos en diferentes niveles del lenguaje, mostrando cómo el tono de la pronunciación se relaciona con el tono de las palabras y de las oraciones. Se ejemplifica esto con fragmentos de estilo conversacional, artístico, científico y literario.
La disciplina también estudia la existencia de sinónimos estilísticos y variantes estilísticas en la lengua, explorando las diferencias mínimas que generan una variedad y expresividad ilimitadas en el habla. Además, la estilística también estudia cómo elegimos las palabras y formas de expresión en función de lo que queremos lograr y del contexto en el que nos comunicamos. También destaca la importancia de seguir ciertas normas estilísticas.
Entonces, la estilística es vista como la ciencia que examina la expresividad emocional de los elementos lingüísticos, considerando tanto el aspecto lingüístico como el funcional en la elección y combinación de los componentes del lenguaje en diferentes estilos y contextos comunicativos.
48. Noción de estilo. El enfoque funcional del estilo de la lengua.
La estilística como ciencia se centra en la noción de estilo, entendido como la manera de escribir o hablar, destacando la importancia de la expresión individual y característica. Se han ofrecido diversas definiciones y perspectivas sobre el estilo a lo largo del tiempo.
Algunas de las definiciones que se han dado.
Para Séneca, “el estilo es el rostro del alma; tal es el estilo en los hombres
como en su vida”; para Fox Morcillo, el estilo es cierto carácter, genio o forma de
decir, derivado, ya del ingenio de cada cual, ya de la cuestión de que se trata; para
Gracián, el estilo es una de las cualidades del hombre perfecto, y equivale a ingenio.
Las frases que se han hecho sobre el estilo son casi igualmente abundantes. Si
Buffon sentencia: “el estilo es el hombre”, Miguel de Cervantes afirma: “la pluma es
la lengua del alma”. Otros han señalado que el estilo es como la forma substancial de
la palabra, su carácter, su espíritu o su esencia.
Entonces, el estilo se distingue del lenguaje en su capacidad artística para manejar las palabras y transmitir impresiones. La relación entre el estilo y el lenguaje es inseparable, pero se enfatiza que el buen estilo implica la habilidad única de manejar el lenguaje de manera impactante.
Retóricamente pueden distinguirse estilos debidos a su asunto: como bello,
sublime, patético, gracioso, fino, delicado, pastoril o bucólico; por su tiempo:
antiguo y moderno; por la amplitud de la frase: cortado y periódico; por su
contenido: enérgico, jocoso (жартівливий), familiar, humorístico, etc.
La división tradicional (Cicerón, Quintiliano) en tres géneros: sencillo, medio y grave, o con otros nombres: tenue, templado o sublime, respectivamente, es la que adoptaron los más de los retóricos, por fundarse en la menor o mayor elevación del tono, no sólo del declamatorio, sino del conceptual.
Los caracteres peculiares del estilo sencillo son la exactitud, la propiedad de
los vocablos y la naturalidad, que no se oponen a la expresión con el de los más
quintaesenciados pensamientos. Este estilo sencillo es el que debe usarse en las narraciones, en las cartas y, en general, en todas las obras escritas que refieren cosas ordinarias y cotidianas.
El estilo medio, propio de los asuntos que hieren la imaginación y conmueven
el sentimiento, evita a un tiempo el entono del grave o sublime y el uso de voces
excesivamente familiares. Debe procurarse encubrir el artificio y aunar la facilidad
del sencillo y la nobleza del sublime. Es muy propio del poeta didáctico y para la
descripción de bellezas naturales.
Por estilo sublime se entiende “una forma más elevada y más abundante que
las otras en movimientos y en imágenes, es decir, aquel estilo cuya elevación de
ideas, de imágenes y de sentimientos corresponde a la magnitud y grandeza del
asunto” (C.Cortejón)
Desde el punto de vista gramatical, el estilo se divide en directo o indirecto en referencia a las oraciones explicativas. El primero cita textualmente las palabras del autor. El segundo narra lo dicho por otro. No hay reglas estrictas para su uso, pero el estilo directo se presta mejor a las novelas, mientras que el indirecto puede resultar repetitivo y producir un efecto deplorable con oraciones explicativas abusivas.
En cuanto a las dimensiones del estilo, se considera la superficie (fenómenos estéticos y formas subjetivas), la altura (categorías estéticas, objetivas tradicionales y modernas) y la interioridad (la expresión literaria que refleja la personalidad del escritor).
De esta manera, la estilística lingüística tiene dos objetos: el estilo de la lengua
y del habla y el estilo de la obra literaria o de las obras literarias de un autor en general. Además, se destaca la importancia de adaptar el estilo al contexto y al objetivo de la comunicación, reconociendo que no hay un estilo único que se ajuste a todas las situaciones y circunstancias.
El enfoque funcional del estilo de la lengua nos ayuda a entender cómo la lengua se relaciona con la sociedad y cómo se estructuran tanto la lengua en sí como el habla. Este enfoque revela la distribución interna de los recursos lingüísticos y destaca la especificidad de su expresión estilística.
J. Baudouin de Courtenay propuso estudiar la lengua desde el punto de vista de su funcionamiento, enfocándose en el material gramatical vivo y las sutilezas gramaticales. Desde la década de 1930, los lingüistas han priorizado el análisis de las funciones de las unidades lingüísticas y han mostrado interés en la estilística funcional.
Según este enfoque, todos los fenómenos lingüísticos tienen una determinación funcional; la lengua no existe fuera de sus funciones. La lengua se integra en el sistema de relaciones sociales, por lo que sus funciones tienen un carácter social.
Hay diversas opiniones sobre el número de funciones de la lengua. Algunos, como R. Jacobson, distinguen seis funciones, mientras que otros, como V. Vinogradov, K. Bühler, y B. Havranek, proponen tres funciones. Existen partidarios de la idea de que la lengua es monofuncional, centrándose únicamente en la comunicación, pero la evidencia concreta demuestra su naturaleza polifuncional.
Durante el proceso de influencia emocional sobre el receptor, se crean significados expresivos que se manifiestan en estilos particulares, como el oratorio. Diferentes tipos de textos, como instructivos o retóricos, revelan funciones específicas de la lengua, como la expresiva, comunicativa o estética.
Cada función lingüística puede tener una "superestructura", lo que nos permite considerar los recursos estilísticos en relación con las funciones lingüísticas. Las connotaciones estilísticas no son casuales y están determinadas por las diversas funciones de la lengua.
En resumen, la estilística funcional se basa en el concepto de estilo funcional, y en la lingüística española moderna se utilizan términos como formación funcional, lenguas funcionales, lenguas especiales, registros funcionales o estilos del habla para describir este enfoque.